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ARES: El tiempo lo sustituye todo, no somos conscientes de...

El tiempo lo sustituye todo, no somos conscientes de lo que tenemos hasta que viene un relevo que lo hace desaparecer, solemos dar preferencia a la innovación sin pararnos a pensar si hay sitio para todos y provocamos la desaparición en donde cabría la convivencia y optamos por la uniformidad.
Quien no pagaría por recuperar aquellas tiendas con mostrador de madera en donde la higiene olía a lejía y se vendían los productos a granel cuando el plástico apenas existía? Quien no recuerda aquellos sacos de arroz sobre los que siempre dormía un gato al que su profundo sueño no impedía la disuasión de impertinentes ratones? y el encanto ecológico sin querer serlo cuando al pedir malta, achicoria, café o pimentón, se servìa a granel en papel de estraza que al humedecerse dejaba un característico aroma que todavía a día de hoy permanece en nuestra memoria
, y el aroma a bacalao que lo impregnaba todo y pedido al peso se cortaba con una larga cuchilla que a modo de sable descansaba sobre un prisma regular de madera y se utilizaba a modo de guillotina. Tambien el aceite burbujeante que se vendía a granel depositado en un recipiente de cristal que se servia en una botella vacía que se llevaba de casa.
Nada de aquello hay y hoy lo echamos de menos, aromas que nos llevaría a tiempos inolvidables, porque el sentido del olfato es uno de los elementos fundamentales para traer el pasado al presente y depositarlo aunque sea por unos momentos.
Cuiden el olfato porque la afasia tiene la despreciable virtud de dejarnos tirado en un rincón parte fundamental de un pasado que aunque sea solo por unos instantes venga a convivir con nosotros y lo podamos abrazar sin riesgo de coger un contagio.
Recuperando aquellos aromas nos vienen a acompañar seres queridos que ya no están.