"Al final la realidad se impuso". La alcaldesa, Pilar Souto, expresó ayer su pesar ante las dificultades económicas que han obligado al Concello a renunciar a sacar a concurso la ampliación de la piscina municipal, una actuación con un coste superior a los dos millones de euros.
La regidora local lamentó la falta de implicación de las entidades financieras, que negaron el aval a las "múltiples" firmas que transmitieron al Ayuntamiento su interés en asumir la obra y optar al concurso para la ejecución de los trabajos y posterior explotación del servicio.
Pilar Souto incidió en que se trataba de la opción "más adecuada y lógica", pero admitió que las deficiencias que presentan a día de hoy las instalaciones hacen "urgente" acometer cuanto antes las obras que permitan mejorar el servicio. "No podemos castigar a los usuarios", indicó.
Las obras serán asumidas por el Concello y, en principio, repercutidos posteriormente a la concesionaria actual, a la que el bipartito responsabiliza de las deficiencias y de un "trato negligente" a los usuarios. Una vez subsanados los desperfectos, el Ayuntamiento sacará a concurso la explotación de la piscina y analizará la forma de acometer por su cuenta la ampliación.
Pilar Souto sopesa recurrir al remanente de Tesorería para ejecutar los trabajos de ampliación, aunque también sopesa la posibilidad de solicitar una subvención. Fuentes municipales explicaron ayer que el Concello ha solicitado unos informes técnicos para conocer las opciones más ventajosas para el Consistorio.
La oposición advirtió en varias ocasiones de las dificultades de adjudicar las obras en la coyuntura económica actual e instaron al Gobierno local a modificar las condiciones del contrato. El concurso fue declarado desierto el pasado mes de junio y, desde entonces, la concesionaria asume las instalaciones con un contrato en precario.
La regidora local lamentó la falta de implicación de las entidades financieras, que negaron el aval a las "múltiples" firmas que transmitieron al Ayuntamiento su interés en asumir la obra y optar al concurso para la ejecución de los trabajos y posterior explotación del servicio.
Pilar Souto incidió en que se trataba de la opción "más adecuada y lógica", pero admitió que las deficiencias que presentan a día de hoy las instalaciones hacen "urgente" acometer cuanto antes las obras que permitan mejorar el servicio. "No podemos castigar a los usuarios", indicó.
Las obras serán asumidas por el Concello y, en principio, repercutidos posteriormente a la concesionaria actual, a la que el bipartito responsabiliza de las deficiencias y de un "trato negligente" a los usuarios. Una vez subsanados los desperfectos, el Ayuntamiento sacará a concurso la explotación de la piscina y analizará la forma de acometer por su cuenta la ampliación.
Pilar Souto sopesa recurrir al remanente de Tesorería para ejecutar los trabajos de ampliación, aunque también sopesa la posibilidad de solicitar una subvención. Fuentes municipales explicaron ayer que el Concello ha solicitado unos informes técnicos para conocer las opciones más ventajosas para el Consistorio.
La oposición advirtió en varias ocasiones de las dificultades de adjudicar las obras en la coyuntura económica actual e instaron al Gobierno local a modificar las condiciones del contrato. El concurso fue declarado desierto el pasado mes de junio y, desde entonces, la concesionaria asume las instalaciones con un contrato en precario.