La Consellería de Industria descarta que el transformador eléctrico que presta servicio a las viviendas sociales situadas en la calle Costa de Ouces, en Sada, sea el causante de los casos de cáncer registrados en la comunidad de vecinos.
Según el informe encargado por el departamento autonómico a un Órgano de Control Autorizado (OCA), todos los valores del campo magnético y eléctrico están "muy por debajo" de los niveles de referencia recogidos en la recomendación 1999/519/CE de la Unión Europea sobre la exposición del público en general a los campos electromagnéticos.
Para realizar las mediciones, el órgano de control tomó tres puntos de referencia: el propio transformador eléctrico, la planta situada justo encima de la instalación y los soportales de los edificios cercanos. La Xunta considera que el margen de seguridad es "muy amplio" y ya ha remitido el informe a la comunidad de vecinos.
Los pisos sociales situados en la carretera que une Sada y Armuño fueron construidos hace una década y fue entonces cuando Unión Fenosa instaló el transformador. Tras detectarse tres casos de cáncer en menores y alguno más en adultos, los residentes decidieron movilizarse y solicitar mediciones para intentar descartar la instalación eléctrica como origen de los casos registrados.
El pasado otoño, en el portal número 6, en el que residen ocho familias, falleció un niño de cáncer y habita otro al que los médicos le han diagnosticado leucemia. Hay otros cuatro adultos, además, a los que también les han diagnosticado esta enfermedad. En el bloque de viviendas número 2, hace unos tres años que murió de cáncer otro pequeño.
Es por ello que el pasado mes de noviembre, un grupo de vecinos decidió convocar una reunión en la que acordaron recoger firmas para solicitar mediciones y que se enterrase el transformador, así como adjuntar a las rúbricas informes médicos que avalasen su reclamación. Acudieron así a una gestora que les aseguró que enviaría un escrito urgente a Unión Fenosa y otro a la Consellería de Medio Ambiente e informaron de sus planes al Concello para que intentase agilizar los trámites. Éste, a su vez, se puso en contacto con la Consellería de Industria.
A parte de los casos de cáncer, los vecinos sospechan que la empresa desvía electricidad desde el transformador hasta otros puntos del municipio cuando así lo necesita y se quejan de frecuentes subidas y bajadas de tensión. Poco después de que Industria anunciase que comprobaría el estado de la instalación eléctrica, los residentes vieron a varios operarios cerca del aparato "sin los correspondientes monos de trabajo y con un portátil o medidor", por lo que en una nueva reunión decidieron vigilar que nadie manipulase la instalación hasta que el organismo contratado por la Xunta realizase las pertinentes mediciones.
Según el informe encargado por el departamento autonómico a un Órgano de Control Autorizado (OCA), todos los valores del campo magnético y eléctrico están "muy por debajo" de los niveles de referencia recogidos en la recomendación 1999/519/CE de la Unión Europea sobre la exposición del público en general a los campos electromagnéticos.
Para realizar las mediciones, el órgano de control tomó tres puntos de referencia: el propio transformador eléctrico, la planta situada justo encima de la instalación y los soportales de los edificios cercanos. La Xunta considera que el margen de seguridad es "muy amplio" y ya ha remitido el informe a la comunidad de vecinos.
Los pisos sociales situados en la carretera que une Sada y Armuño fueron construidos hace una década y fue entonces cuando Unión Fenosa instaló el transformador. Tras detectarse tres casos de cáncer en menores y alguno más en adultos, los residentes decidieron movilizarse y solicitar mediciones para intentar descartar la instalación eléctrica como origen de los casos registrados.
El pasado otoño, en el portal número 6, en el que residen ocho familias, falleció un niño de cáncer y habita otro al que los médicos le han diagnosticado leucemia. Hay otros cuatro adultos, además, a los que también les han diagnosticado esta enfermedad. En el bloque de viviendas número 2, hace unos tres años que murió de cáncer otro pequeño.
Es por ello que el pasado mes de noviembre, un grupo de vecinos decidió convocar una reunión en la que acordaron recoger firmas para solicitar mediciones y que se enterrase el transformador, así como adjuntar a las rúbricas informes médicos que avalasen su reclamación. Acudieron así a una gestora que les aseguró que enviaría un escrito urgente a Unión Fenosa y otro a la Consellería de Medio Ambiente e informaron de sus planes al Concello para que intentase agilizar los trámites. Éste, a su vez, se puso en contacto con la Consellería de Industria.
A parte de los casos de cáncer, los vecinos sospechan que la empresa desvía electricidad desde el transformador hasta otros puntos del municipio cuando así lo necesita y se quejan de frecuentes subidas y bajadas de tensión. Poco después de que Industria anunciase que comprobaría el estado de la instalación eléctrica, los residentes vieron a varios operarios cerca del aparato "sin los correspondientes monos de trabajo y con un portátil o medidor", por lo que en una nueva reunión decidieron vigilar que nadie manipulase la instalación hasta que el organismo contratado por la Xunta realizase las pertinentes mediciones.