ARTEIXO: Coruñesa de Composites, una sociedad administrada desde...

Coruñesa de Composites, una sociedad administrada desde 1995 por el presidente de la asociación de empresarios de Sabón, Manuel Rivas Caridad, ha presentado un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) temporal que afecta a la mitad de la plantilla, en total a 34 de sus 54 empleados.

La compañía, que se dedica a la construcción de los elementos de los aerogeneradores eólicos así como a la fabricación de varios elementos de refrigeración industrial, ha prescindido temporalmente de gran parte de sus trabajadores por la paralización de los pedidos de tres de sus principales clientes, General Electric, Vestas y Ecotecnia.

Rivas Caridad explicó ayer que el ERE fue presentado el pasado 11 de enero y resuelto en asamblea tan sólo dos días después con la anuencia del comité de empresa. El sindicato mayoritario, la Confederación Intersindical Galega (CIG), reconoció ayer que fue su secretario comarcal en A Coruña, Paulo Carril, el que negoció el ERE con la compañía, aunque éste se negó a explicar la postura del sindicato a este periódico.

Actualmente tan solo trabajan en esta fábrica ubicada en el polígono de Sabón una veintena de empleados que permanecen como retenes para finalizar algunos trabajos pendientes.

El gerente de la compañía incidió ayer en que se trata de una solución temporal que fue consensuada con los empleados: "Se trata de un ERE temporal por cien días", aseguró y añadió: "Nos hemos visto obligados a posponer el trabajo hasta abril por la paralización de varios pedidos, pero confío en que la plantilla se reincorporará antes de agotar los cien días".

El presidente de la asociación de empresarios del polígono de Sabón aseguró ayer que se vio obligado a tomar esta determinación por los problemas que atraviesa actualmente el sector eólico.

La compañía, filial de Cortiplas -a la que pertenece el 60% de su capital social y que tiene como socio mayoritario a Manuel Rivas- acometió desde su fundación varios proyectos industriales en el campo de la energía eólica y refrigeración industrial.

Es al primero de los ámbitos el que se ha visto más afectado por la coyuntura actual, dada la paralización de varios pedidos para la construcción de carcasas y otras piezas de aerogeneradores, según aseguró Rivas. Algunos trabajadores se mostraron ayer menos optimistas, y manifestaron su temor a que la compañía no logre los contratos y acabe reducida "a una empresa residual de Cortiplas".

Estos trabajadores aseguraron que en el último año fueron despedidos más de una veintena de trabajadores con la "promesa de una recolocación".

El administrador de la empresa, Manuel Rivas, negó este extremo y aseguró que la plantilla fija de Coruñesa de Composites permanece inalterable y que, aunque llegó a tener 83 trabajadores, se trataba de contratos por obra suscritos en momentos en que había un mayor volumen de trabajo.