ARTEIXO: Dispondrá de una superficie de 2.000 metros cuadrados...

Dispondrá de una superficie de 2.000 metros cuadrados y de un edificio acristalado que albergará vestuarios, aulas y despachos. El Concello ha encargado a un estudio de arquitectura arteixán la redacción del proyecto que alumbrará la construcción de un circuito de seguridad vial en la zona deportiva del polígono de Sabón, concretamente en la parcela ocupada por el campo de fútbol de tierra.

Esta actuación, en la que el Ayuntamiento invertirá más de 200.000 euros, se enmarca en el proyecto de reforma integral de la zona deportiva, un plan que dio sus primeros pasos con la demolición del pabellón municipal a dieciséis años de su construcción. El proyecto incluye la habilitación de nuevas pistas deportivas -tres de tenis y otras tantas de pádel- y la reforma de la zona hípica, que albergará dos pistas y un circuito de gimnasia al aire libre.

Este proyecto trunca las expectativas del BNG para la parcela, un terreno en el que los nacionalistas solicitaban que se construyese el primer centro de día de Arteixo. El Bloque se mostró crítico con la posible creación de un circuito en la zona y apeló a la necesidad de utilizar las "escasas" parcelas dotacionales disponibles para mejorar los equipamientos de Arteixo.

La petición del BNG no convenció al Gobierno local, que presume ya del éxito de una iniciativa que dotará a Arteixo de unas instalaciones "casi únicas" en la comarca. El bipartito confía en que el proyecto constructivo del parque viario estará listo a finales de mes y que la nueva instalación abrirá sus puertas antes de que finalice el año.

La reforma global de la zona deportiva está valorada en más de cinco millones de euros. Sólo la construcción del pabellón polideportivo tiene un coste de dos millones, algo menos que la ampliación de la piscina municipal, que el Concello cifró en 2,5 millones.

El elevado coste de esta obra ha hecho que el Concello renuncie a sacarla a concurso tras varios intentos. La alcaldesa, Pilar Souto, no descarta recurrir al remanente de Tesorería para financiar la obra, que incluye la habilitación de un nuevo vaso, una zona termal y un nuevo gimnasio. El proyecto recoge también la instalación de paneles solares y la ampliación de la planta inferior.

La actuación suscitó las críticas de los dos grupos de la oposición, que advirtieron hace meses de que su elevado coste haría que el concurso quedase desierto. El BNG criticó también algunas de las reformas previstas, sobre todo la habilitación de una zona termal que, en su opinión, es "innecesaria".

Hasta que el Concello decida cómo afrontar la reforma de la piscina, la instalación seguirá siendo gestionadas por la concesionaria Gaia, empresa que se hace cargo del mantenimiento con un contrato en precario.

El mal estado de las instalaciones ha suscitado en los últimos meses numerosas quejas de los usuarios. Sus protestas han obligado al Gobierno local a adoptar medidas, que ha anunciado su intención de acometer ya las obras para subsanar las deficiencias.