Bien podía asignarse una partida presupuestaria en acondicionar, conservar, restaurar el
castillo, fortín, puesto de vigilancia o como quiera llamarse pero que no deja de ser un símbolo para
Sada y que incluso figura como parte de su
escudo, además de ser parte del escaso patrimonio que aún existe en este concejo, después de lo mucho que se ha perdido por falta de interés y la voracidad de la construcción.