Don Gonzalo González Y González (1874-1952), betancero que también hizo fortuna en Cuba, donde tenía dos fabricas de azulejos y dos ferreterías y ayudo a muchos otros emigrantes gallegos que allí fueron. De vuelta a Betanzos dono 2.000 pares de zocos con calcetines (o calzado popular de la época) a los pobres, y sobre todo pavimento con losas de cantería la calle de San Francisco. Por esta razón en 1923 el consejo decide ponerle su nombre a la calle, no permitiéndolo Don Gonzalo, y decidiendo entonces ponerle el nombre de su esposa recientemente fallecida Ana González, así se llamo esta calle hasta 1981 cuando volvió a su antiguo nombre.
Sin embargo, no todo el mundo parecía estar conforme con el cambio de los nombres antiguos por los de los nuevos ricos, por más benefactores que fuesen y desde algunos sectores políticos de la burguesía (particularmente D. Agustín García Sánchez) hubo protestas en la prensa, lo que provoco que Don Gonzalo González el mismo día de entrega de la calle (27 de Febrero de 1923), publicase un ostentoso impreso con su discurso y contraataca. Veamos algunos párrafos:
Un prestigioso jefe político, que lleva cinco o seis lustros rigiendo los destinos de esta ciudad: Un líder, tan representativo, que puede asegurarse, es la expresión de la opinión pública en el Distrito, ha censurado en la prensa y bajo su firma, por retardatario, poco culto e ilegal el cambio de los nombres seculares de las calles y plazas.
Yo ya sé que la censura iba enderezada a los enemigos políticos sin percatarse de que ponía en picota a quien no había dado el menor motivo para ello.
Pero por lo mismo: No creyendo justo quedar en entredicho, hago constar que cuando los concejales en pleno, incluso los que militan a las ordenes del citado jefe, fueron a darme cuenta y pedir mi consentimiento para que la calle de San Francisco llevase mi nombre, me negué rotundamente, declinando tan inmerecido honor, si bien no me creí autorizado para oponerme cuando –en un rasgo de delicadeza que jamás agradeceré bastante-, decidieron dar, a la calle, el nombre de mi finada esposa Doña Ana González.
FUENTE GARCIA, Santiago de la. Voz García Naveira- da Gran Enciclopedia Gallega.
Sin embargo, no todo el mundo parecía estar conforme con el cambio de los nombres antiguos por los de los nuevos ricos, por más benefactores que fuesen y desde algunos sectores políticos de la burguesía (particularmente D. Agustín García Sánchez) hubo protestas en la prensa, lo que provoco que Don Gonzalo González el mismo día de entrega de la calle (27 de Febrero de 1923), publicase un ostentoso impreso con su discurso y contraataca. Veamos algunos párrafos:
Un prestigioso jefe político, que lleva cinco o seis lustros rigiendo los destinos de esta ciudad: Un líder, tan representativo, que puede asegurarse, es la expresión de la opinión pública en el Distrito, ha censurado en la prensa y bajo su firma, por retardatario, poco culto e ilegal el cambio de los nombres seculares de las calles y plazas.
Yo ya sé que la censura iba enderezada a los enemigos políticos sin percatarse de que ponía en picota a quien no había dado el menor motivo para ello.
Pero por lo mismo: No creyendo justo quedar en entredicho, hago constar que cuando los concejales en pleno, incluso los que militan a las ordenes del citado jefe, fueron a darme cuenta y pedir mi consentimiento para que la calle de San Francisco llevase mi nombre, me negué rotundamente, declinando tan inmerecido honor, si bien no me creí autorizado para oponerme cuando –en un rasgo de delicadeza que jamás agradeceré bastante-, decidieron dar, a la calle, el nombre de mi finada esposa Doña Ana González.
FUENTE GARCIA, Santiago de la. Voz García Naveira- da Gran Enciclopedia Gallega.