En el siglo XVII el
pueblo es mencionado en
mapas y libros de viajes. Su
historia es muy difusa. En el siglo XIX adquiere notoriedad por su actividad pesquera y la instalación de varias
fábricas de salazón. Hacia 1.930 tenía una población de 2.500 habitantes. Fue mermando hasta hoy por la emigración incesante a otros
puertos pesqueros de
España:
La Coruña, Vigo, Pasajes de
San Pedro, Bilbao,
Huelva, etc. En la actualidad el censo no alcanza los 800 habitantes, lo cual supone un serio inconveniente a la hora de hacerse notar ante los responsables políticos de turno. Como ocurre en tantos otros
pueblos, este número se cuadruplica en los meses de Julio y Agosto.
Es destacar una singularidad del pueblo: el servicio de
agua y su mantenimiento corren a cargo de la Comunidad de Propietarios de
Aguas, entidad privada a la que pueden pertenecer todos los hogares. Fue fundada en los años 60 y, una vez superados los problemas que se alargaron hasta los años 80, su funcionamiento se ha vuelto ejemplar, con una directiva que se puede renovar todos los años y una cuota anual verdaderamente módica que sólo se ve alterada en los meses de
verano para aquellos que disparen el consumo de forma irresponsable.