Este
puente, de posible origen
romano, reconstruido en el siglo XII o XIII, conserva seis
arcos de medio punto de esa primera reconstrucción. Durante la guerra de la Independencia, en la primera década del siglo XIX, las tropas inglesas, huyendo del
ejército napoleónico en su retirada hacia A Coruña, volaron varios arcos, ahora restaurados, para obstaculizar el paso de los franceses. Actualmente el puente cuenta con once arcos para salvar los 130 metros que separan ambas orillas.