FERROL: HISTORIA. La pobl. del Ferrol fué sin duda atraída...

HISTORIA. La pobl. del Ferrol fué sin duda atraída en la antigüedad por lo cómodo de su puerto, conocidas las ventajas de la marina en estas costas: su nombre tal vez se originó del farol que, a imitación del famoso faro que los escritores de la edad media conocieron en la Coruña, guiaría a su puerto. La primer noticia que encontramos del Ferrol, sin embargo es ya con este nombre y perteneciente no más allá del siglo XIII. Pedro, ob. de Mondoñedo, autorizó un instrumento por el cual D. Fernando Veremundiz empeñó ciertas posesiones que tenía en el Ferrol, año 1214. Se consideraba villa antes de 1414 según se la nombra en un privilegio concedido por D. Alonso XI a la v. de la Grana. De más allá datan las noticias de sus padecimientos. Muchos fueron los que tuvo que sufrir de las epidemias en 1348, 1400 y 1403. Casi todo el Ferrol fué reducido a cenizas por un incendio casual, año 1568. La importancia que en aquel siglo se dio al puerto del Ferrol, hizo que esta pobl. no solo sobrellevase tales desgracias, sino que se acrecentó considerablemente. Varias expediciones partieron de este puerto en tiempo de Felipe II contra la Inglaterra que no dejó de idear en sus hostilidades la destrucción del arsenal del Ferrol, aunque no pudo verificarlo. En 26 de marzo de 1690, aportó al Ferrol la princesa Maria Ana, segunda esposa de D. Carlos 11, y desde aquí se dirigió a Valladolid. Este monarca premiando los servicios que la prestaron los ferroleses, declaró a su gente de mar exenta del servicio de levas de soldados y marineros (1.º de marzo de 1691.) La miseria a que llegó esta pobl. en el reinado de Felipe V, hizo que se la declarase exenta de contribuciones, por cédula de 17 de enero de 1737. En 29 de setiembre de 1768, se eximió a su vecindario del servicio personal de milicias provinciales En 25 de agosto de 1800 amagaron al Ferrol los ingleses en número de 15,000 hombres, conducidos en 108 buques de guerra y trasporte, mandados por el almirante Waren: al frente de esta fuerza compuesta entre infantería y artillería iba el general Pulney. A las cuatro de la tarde habían desembarcado ya, en la playa de Doniños, 10,000 hombres destinados a dar el primer golpe. Escasamente pudo reunirse en la plaza un cuerpo de tropas de 1,500 hombres, de varias procedencias, al mando del mariscal de campo conde de Donadío, y salieron a hacer cara al enemigo, que, a pesar del ardimiento y bizarría con que batieron contra número tanto mayor, les obligó a cejar, día 20, a la plaza. Se hallaba está casi abandonada; pero, con extraordinario entusiasmo, se aprestó a la defensa, Tres veces atacaron eI cast. de San Felipe, y fueron rechazados por los de La Palma y San Martin desde la parte opuesta, y por las lanchas cañoneras. Lo que esta defensa les impuso y el temor a la mudanza de tiempo que presagiaron, les obligó a reembarcarse; practicándolo desde las 3 de la larde del mismo día 26 hasta el amanecer del día siguiente. Nueve horas después se dio a la vela toda la expedición, sin otro resultado que la pérdida de un general, 1,200 hombres muertos y algunos caballos, lanchas y botes que quedaron en la playa por la precipitación y desorden. Los españoles perdieron 250 hombres y sufrieron el incendio de los montes y casas de aldeanos que encontraron los ingleses en su retirada. En 21 de enero de 1800 sitió y bloqueó al Ferrol con 8,000 hombres, el mariscal francés Soult: rindióse esta pobl. (día 27) con una honrosa capitulación. El Ferrol se defendió algunos dias del sitio que los franceses y realistas la pusieron en 1823, teniendo por fin que ceder al excesivo número de competidores.
Hace por armas una torre almenada, con un farol encima, apoyado de una pértiga.
* Diccionario Geográfico–Estadístico-Históri co de España y sus posesiones de Ultramar. Pascual Madoz, 1848.