Hace escasos tres meses pude concretar mi sueño de conocer ese lugar tan encantador, Laxe, el pueblito donde nació mi padre, José Benito Díaz Figueroa el 21 de diciembre de 1892.
Fue maravilloso estar allí varios días disfrutando de esa preciosa playa, en la que seguramente mi padre habrá pasado tantas horas de su niñez y adolescencia, pues amaba el mar y la pesca y precisamente a eso se dedicó en este lejano sur argentino.
Recorrer sus calles, alojarme muy cerca de la casa donde él nació, saber que en ese balcón mi abuela Laura hacía bolillos, conocer parientes que sabía tenía y "descubrir" primas segundas que no sabía existían, conocer gente tan amable, hacer compras en sus negocios... fueron emociones muy fuertes, difíciles de contar e inolvidables.
Ya deseo volver!
Un abrazo a la distancia desde este rincón, el más austral del continente americano, para todos los que encontré en mi camino y que hicieron que mi visita fuera maravillosa, Inés.
Fue maravilloso estar allí varios días disfrutando de esa preciosa playa, en la que seguramente mi padre habrá pasado tantas horas de su niñez y adolescencia, pues amaba el mar y la pesca y precisamente a eso se dedicó en este lejano sur argentino.
Recorrer sus calles, alojarme muy cerca de la casa donde él nació, saber que en ese balcón mi abuela Laura hacía bolillos, conocer parientes que sabía tenía y "descubrir" primas segundas que no sabía existían, conocer gente tan amable, hacer compras en sus negocios... fueron emociones muy fuertes, difíciles de contar e inolvidables.
Ya deseo volver!
Un abrazo a la distancia desde este rincón, el más austral del continente americano, para todos los que encontré en mi camino y que hicieron que mi visita fuera maravillosa, Inés.