No puedo morir, sin antes volver a amarte. Por Arximiro Suárez
Poco a poco, se acortan más los días. Salí a pasear por sitios lejanos, solitarios... He pisado, sin querer, las primeras violetas recordando momentos sin vivir, e inacabados. Casi, en acto
reflejo, levanto la mirada. Sólo son gorriones reclamando la atención, sin más, de su pareja. Por estas fechas, y como un rito al año, se alzan desnudas las ramas del
almendro, desafiando al
cielo, con nuevos brotes de su vida. Para que eso ocurra,
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