Se vivía muy precariamente porque en los límites de la villa no había tierras para cultivar ni recoger leña. La
Muxía moderna y de mayor esplendor económico apareció
sobretodo a partir de los años 60 cuando se descubrió un importante y rico caladero, el del Canto. En él se pescaron especies de mucha aceptación en el venta como besugo,
merluza, dorada… Esta riqueza permitió el desarrollo urbano y viario dando lugar a la Muxía actual.
A los
barcos de
pesca se sumaron en los últimos años numerosas
embarcaciones de recreo que amarran en el muelle del
puerto deportivo.