Este discreto
faro del siglo XX vigila las
noches de la
Virgen de la
Barca que llegó en un navío ahora convertido en
piedra y diseminado frente al
Santuario, algunos de sus
fragmentos son a Pedra de Abalar, a Pedra dos Cadrís, a do Timón e a dos Namorado. Desde entonces el pequeño faro de
Muxía pasa sus días en uno de los puntos más bellos de la costa de
Galicia. Si pasas por allí vale la pena madrugar y ver el comienzo del nuevo día, pero ojo con los días de temporal, no te fíes del
mar bravo!