Segun se ve la
foto, en el último puesto de la fila izquierda (frete a la
puerta que da a la
calle del
rio)
compré media docena de cigalas y un kilo se sardinas. Deliciosas, aunque el recuerdo mas grato que tengo de aquella
compra son los ojos y la sonrisa de la pescadera que me atendió.