Entre Valdoviño y Cedeira. A media hora en coche desde la ciudad de Ferrol.

Valdoviño.

No existe monumentos, pero tiene una situación adecuada. Entre el cielo y el monte. Tiene una playa grande llamada O Rodo y luego pequeñas playas dentro de esta. Algunas otras son Rosella, Graxal, Baleo, Prados y Porto Carrizo. Además tiene un monte al que se puede subir, aunque es muy peligroso y no ha sido limpiado desde hace tiempo. En la parte superior del monte existe una herradura, que según dicen, pertenece al caballo de Santiago y una leyenda afirma que también allí se puede encontrar un clavo de la cruz de Cristo. Desde la parte superior de OS Penidos, que así se llama el monte, se puede contemplar Ferrol, Cedeira y todo lo que rodea a Pantín. Hay muchas leyendas sobre el pueblo, pero para eso es mejor preguntarles a los pantineses porque la mayoría conoce historias de todo tipo.

Hay dos fiestas fundamentales, una el 25 de Julio que es el Santiago y otra en el mes de Agosto que es el San Martiño. Además de esto también se puede ver otros festejos típicos, aunque la mayoría están en desuso, como el Antroido, el Carnaval, Noite de San Xoan, Noche de San Juan, y O Magosto, la fiesta de la Castaña. Lo malo es que los habitantes han perdido sus tradicciones y ya no festejan estos acontecimientos. Han perdido probablemente la ilusión infantil.

En la Noche de San Juan, algunos habitantes saltan hogueras para matar los malos augurios y esa noche cubren las puertas y ventanas de sus casas con Flores para evitar que entren As Bruxas. Además aún hay algunas personas que a la mañana siguiente lavan su rostro en agua, que ha sido llenada previamente de pétalos de rosa. Durante O Magosto, la época de las castañas, los niños hacen collares y pulseras con castañas cocidas. No está muy claro el origen de esta tradición. Seguramente si preguntáis a las personas más mayores de Pantín podrán contaros leyendas e historias antiguas, de tradiciones olvidadas que deberían de ser recuperadas.

Pantín es una pequeña aldea que se encuentra entre Valdoviño y Cedeira. Dicen que antiguamente había unos vigías de la costa. Aún perviven algunos herederos de esos primeros cuidadores de las Costas de Pantín, aunque no está muy claro de cuando se remonta esta historia.

No existen ni hoteles, ni casas rurales. Aunque últimamente hay un nuevo grupo de personas que están apostando en los alrededores y están constuyendo chalets con vista a las playas y la costa. Lo mejor es hospedarse en ciudades cercanas como Valdoviño, Ferrol o Cedeira, porque Pantín es todavía un paraíso a descubrir, aunque ya se está empezando a conocer gracias al campeonato mundial de Surf que se celebra todos los años.