CUANDO DIVISAS EL ENTORNO DE PONTEDEUME
Cuando llegas a su entorno con tan bonitas laderas,
te alegras de tu retorno y más en las primaveras.
Sentir las claras del día con preciosas alboradas,
y percibir la alegría de esas buenas madrugadas.
En La Profunda Galicia entre brisas tempraneras,
el madrugar es delicia al ver a las marisqueras.
Escuchar voces altivas entre sombras de arbolados,
y ver cómo te motivan los reflejos tan buscados.
Ecos que vienen volando entre prados todos verdes,
al tiempo que vas notando que hay caminos que se pierden.
Sentir las voces gallegas que sueltan cierta morriña,
mientras los vientos despliegan y siente miedo una niña.
Estas costas con sus rías que tienen brisas celestes,
hacen las mañanas frías sin existir penitentes.
Es La Galicia pesquera que tiene brisas perennes,
que algunos llaman costera al ver el mar con vaivenes.
Rías cargadas de historia con marineros formados,
que saben de pena y gloria y temporales marcados.
Brisas de marinería que corren por sus laderas,
algunas son armonía para aliviar las esperas.
Los caminos de Galicia tienen recodos cuidados,
que pueden darte primicia en los pasos dislocados.
La voz de la tierra tira aunque vivas despistado,
si la carretera gira debes de tener cuidado.
Estos paisajes preciosos que alegran tanto la vida,
no quieren ser vanidosos ni ver tu ruta perdida.
G X Cantalapiedra.
Cuando llegas a su entorno con tan bonitas laderas,
te alegras de tu retorno y más en las primaveras.
Sentir las claras del día con preciosas alboradas,
y percibir la alegría de esas buenas madrugadas.
En La Profunda Galicia entre brisas tempraneras,
el madrugar es delicia al ver a las marisqueras.
Escuchar voces altivas entre sombras de arbolados,
y ver cómo te motivan los reflejos tan buscados.
Ecos que vienen volando entre prados todos verdes,
al tiempo que vas notando que hay caminos que se pierden.
Sentir las voces gallegas que sueltan cierta morriña,
mientras los vientos despliegan y siente miedo una niña.
Estas costas con sus rías que tienen brisas celestes,
hacen las mañanas frías sin existir penitentes.
Es La Galicia pesquera que tiene brisas perennes,
que algunos llaman costera al ver el mar con vaivenes.
Rías cargadas de historia con marineros formados,
que saben de pena y gloria y temporales marcados.
Brisas de marinería que corren por sus laderas,
algunas son armonía para aliviar las esperas.
Los caminos de Galicia tienen recodos cuidados,
que pueden darte primicia en los pasos dislocados.
La voz de la tierra tira aunque vivas despistado,
si la carretera gira debes de tener cuidado.
Estos paisajes preciosos que alegran tanto la vida,
no quieren ser vanidosos ni ver tu ruta perdida.
G X Cantalapiedra.