CAMINANTES DE PONTEDEUME
Los caminantes con meta
van pisando los caminos,
llevando la mente inquieta
como buenos peregrinos.
Entre laderas verdosas
se divisan ciertos signos,
haciendo rutas gozosas
en los distintos destinos.
Es La Profunda Galicia
llena de largos caminos,
con sendas que dan delicia
sin temer los desatinos.
Caminantes con retornos
en sendas de maravilla,
estas costas sin ser hornos
acuden gente sencilla.
Caminos que azota el viento
entre grandes arboledas,
donde se vive el aliento
al ver los verdes de sedas.
Caminos que dan nostalgia
en las tardes del invierno,
Galicia tiene esa magia
de cierto verdor eterno.
Caminos sin caminantes
en los temidos inviernos,
si las nieves son constantes
se ven hogares más tiernos.
Caminos llenos de brisas
de esas rías caudalosas,
donde no se viven prisas
si las tardes son gozosas.
Caminantes sin olvido
entre laderas dichosas,
el mar se ve distinguido
en las noches silenciosas.
G X Cantalapiedra.
Los caminantes con meta
van pisando los caminos,
llevando la mente inquieta
como buenos peregrinos.
Entre laderas verdosas
se divisan ciertos signos,
haciendo rutas gozosas
en los distintos destinos.
Es La Profunda Galicia
llena de largos caminos,
con sendas que dan delicia
sin temer los desatinos.
Caminantes con retornos
en sendas de maravilla,
estas costas sin ser hornos
acuden gente sencilla.
Caminos que azota el viento
entre grandes arboledas,
donde se vive el aliento
al ver los verdes de sedas.
Caminos que dan nostalgia
en las tardes del invierno,
Galicia tiene esa magia
de cierto verdor eterno.
Caminos sin caminantes
en los temidos inviernos,
si las nieves son constantes
se ven hogares más tiernos.
Caminos llenos de brisas
de esas rías caudalosas,
donde no se viven prisas
si las tardes son gozosas.
Caminantes sin olvido
entre laderas dichosas,
el mar se ve distinguido
en las noches silenciosas.
G X Cantalapiedra.