UN CASTELLANO EN LA PROFUNDA GALICIA
Se enamoró sin descaros
de una preciosa chiquilla,
sin sufrir los ratos raros
ni vivir la pesadilla.
En el silencio rotundo
de la Profunda Galicia,
no quiso ver el absurdo
que puede ser su primicia.
Una chiquilla melosa
con los aires muy gallegos,
que a la vez era orgullosa
de sentir lluvias y riegos.
El castellano sentido
buscando amor y consuelo,
viendo el amor elegido
allí termino su vuelo.
El amor en su camino
que siempre fue buen aliento,
Galicia marcó su signo
donde quiso estar contento.
En los ojos de su esposa
él buscó la mar por dentro,
al verla dulce y mimosa
en ella buscó su centro.
Los caminos de la vida
nunca saben de regreso,
ni te dan la despedida
aunque añores algún beso.
Los amores en Galicia
suelen ser mares abiertos,
algunos son la delicia
de tener ojos atentos.
Castellanos en Galicia
con sus amores contentos,
esperando la caricia
que tienen los nuevos vientos.
G X Cantalapiedra.
Se enamoró sin descaros
de una preciosa chiquilla,
sin sufrir los ratos raros
ni vivir la pesadilla.
En el silencio rotundo
de la Profunda Galicia,
no quiso ver el absurdo
que puede ser su primicia.
Una chiquilla melosa
con los aires muy gallegos,
que a la vez era orgullosa
de sentir lluvias y riegos.
El castellano sentido
buscando amor y consuelo,
viendo el amor elegido
allí termino su vuelo.
El amor en su camino
que siempre fue buen aliento,
Galicia marcó su signo
donde quiso estar contento.
En los ojos de su esposa
él buscó la mar por dentro,
al verla dulce y mimosa
en ella buscó su centro.
Los caminos de la vida
nunca saben de regreso,
ni te dan la despedida
aunque añores algún beso.
Los amores en Galicia
suelen ser mares abiertos,
algunos son la delicia
de tener ojos atentos.
Castellanos en Galicia
con sus amores contentos,
esperando la caricia
que tienen los nuevos vientos.
G X Cantalapiedra.