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LOS VIENTOS VAN AZOTANDO
Por las costas de Galicia
los vientos van azotando,
que nunca serán delicia
cuando llegan destrozando.
Las rías notan su fuerza
y el viento viene dañando,
aquí no existe tibieza
para seguir azotando.
Las lluvias son torrenteras
que dejan montes dañados,
incluso las carreteras
vemos suelos embarrados.
Parece tiempo de brujas
comentan los despistados,
mientras las mentes se estrujan
en lugares bien cuidados.
Las costas van recibiendo
algunos duros tornados,
la tierra va percibiendo
esa lluvia de nublados.
Aquí las meigas no afloran
con sus misterios guardados,
ni las tormentas decoran
tantos daños mal llevados.
Vientos que rompen los montes
con sus árboles trenzados,
esas fuerzas son resortes
de paisajes condenados.
No vale gritarle al viento
en los grandes descampados,
el aire tiene su aliento
con lamentos desterrados.
En estos días festivos
que quieren ser un regalo,
Galicia tiene motivos
de mirar el tiempo malo.
G X Cantalapiedra.
Por las costas de Galicia
los vientos van azotando,
que nunca serán delicia
cuando llegan destrozando.
Las rías notan su fuerza
y el viento viene dañando,
aquí no existe tibieza
para seguir azotando.
Las lluvias son torrenteras
que dejan montes dañados,
incluso las carreteras
vemos suelos embarrados.
Parece tiempo de brujas
comentan los despistados,
mientras las mentes se estrujan
en lugares bien cuidados.
Las costas van recibiendo
algunos duros tornados,
la tierra va percibiendo
esa lluvia de nublados.
Aquí las meigas no afloran
con sus misterios guardados,
ni las tormentas decoran
tantos daños mal llevados.
Vientos que rompen los montes
con sus árboles trenzados,
esas fuerzas son resortes
de paisajes condenados.
No vale gritarle al viento
en los grandes descampados,
el aire tiene su aliento
con lamentos desterrados.
En estos días festivos
que quieren ser un regalo,
Galicia tiene motivos
de mirar el tiempo malo.
G X Cantalapiedra.