GALICIA Y SUS AFILADORES, ¿DONDE ESTÁN?.
Los años fueron pasando
siempre buscando verdades,
afiladores silbando
nos mostraron realidades.
Por las tierras castellanas
de La Profunda Castilla,
alegraban las mañanas
a mucha gente sencilla.
Afiladores gallegos
con sus piedras y sus cantos,
sobre su rueda despliegan
trabajos y desencantos.
Pregonando por la calles
ese oficio tan nombrado,
ellos guardaron detalles
con el cuchillo afilado.
Las tijeras y navajas
con la rueda de trabajo,
hasta dejaron rebajas
sobre algún sueldo muy bajo.
Los señores de la chispa,
afiladores centrados,
aunque el oficio resista
fueron hombres olvidados.
Con el mundo por montera
y en su rueda trabajando,
alguna mala barrera
tuvieron que ver andando.
Recorriendo los caminos
sus huellas fueron dejando,
tuvieron los bellos signos
de caminar trabajando.
Hoy la historia les olvida
entre brisas de otros años,
aquella fue dura vida
aunque no se cuenten daños.
G X Cantalapiedra.
26 – 3 – 2020.
Los años fueron pasando
siempre buscando verdades,
afiladores silbando
nos mostraron realidades.
Por las tierras castellanas
de La Profunda Castilla,
alegraban las mañanas
a mucha gente sencilla.
Afiladores gallegos
con sus piedras y sus cantos,
sobre su rueda despliegan
trabajos y desencantos.
Pregonando por la calles
ese oficio tan nombrado,
ellos guardaron detalles
con el cuchillo afilado.
Las tijeras y navajas
con la rueda de trabajo,
hasta dejaron rebajas
sobre algún sueldo muy bajo.
Los señores de la chispa,
afiladores centrados,
aunque el oficio resista
fueron hombres olvidados.
Con el mundo por montera
y en su rueda trabajando,
alguna mala barrera
tuvieron que ver andando.
Recorriendo los caminos
sus huellas fueron dejando,
tuvieron los bellos signos
de caminar trabajando.
Hoy la historia les olvida
entre brisas de otros años,
aquella fue dura vida
aunque no se cuenten daños.
G X Cantalapiedra.
26 – 3 – 2020.