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PONTEDEUME: AQUEL SUEÑO TENEBROSO, DE UN JOVEN GALLEGO...

AQUEL SUEÑO TENEBROSO, DE UN JOVEN GALLEGO

El joven se despertaba de aquel sueño tenebroso, aquella noche soñaba, con un virus malicioso, soñando toda la noche, en la Galicia Profunda. Al soñar se vio tan preso, que pensó ser vagamundo, más sus visiones se niegan a poder correr el mundo, soñando temió al destino, al ver un laboratorio que construyeron sin tino, viendo a sus sabios tratando, de querer dañar al mundo, y un virus fueron soltando con un pensamiento absurdo. Aquel sueño regresaba, y empezaron los insultos, al comprobar el calvario de las gentes por el mundo. Los sabios se asesinaban al ver el daño profundo, que a la gente se cargaba entre suspiros profundos. Los sabios tuvieron luchas, que con ellos terminaron, entre si se maldecían al ver el virus volando, “Asesinos, asesinos, ellos también se marcharon, envueltos en fango oscuro, del horror que iban dejando. El joven siguió dormido a la vez que iba soñando, soñaba sentirse preso en algún maldito campo, y buscando la salida, intento dejar el campo, Campo de concentración sin alambradas ni encantos, el joven buscó evasión pero notó sobresaltos, Sus pisadas, al ver gente en aquel maldito campo, que con tan penoso ambiente estaba el suelo embarrado. quiso volver a su celda, en aquel sueño tan largo, pero le faltaba fuerza, al ser el sueño muy amargo. El sueño siguió su curso, el joven se vio cercado, por vigilantes ocultos que le dejaron dañado, quiso gritar en la noche, en aquel sueño marcado, que le trazaba un derroche al verse tan mutilado. Al despertar de aquel sueño, quiso volar al espacio, y a la vez gritar con fuerza, para borrar tanto daño, El joven miraba al cielo estando en casa encerrado, aquella noche fue viendo, una historia de ir llorando, se ve que los sueños vienen de lo que vas contemplando, lo mismo pasa en Galicia que en cualquier lugar guardado. El soñar siempre fue libre, Calderón lo fue contando, hay sueños que son verdades, y otros que van falseando, El joven miró las calles, todas en silencio amargo, al tiempo viendo detalles de aquel sueño desquiciado. Los sueños se van perdiendo, nunca dejan sus recados, el miedo vuela sin techo por encima de tejados. Dicen que la vida es sueño, yo temo seguir soñando, no quiero sentir empeño en los días angustiados. Cada cual tiene sus sueños, nunca podrán ser borrados, pocas veces son risueños, siempre son pasos dañados. Que no nos roben los sueños, aunque sean marginados, ellos quizá son los dueños de los vientos empolvados. G X Cantalapiedra. 1 – 4 – 2020.