DESDE 1082, KILOMETROS DE DISTANCIA
Corren vientos mesetarios
en las llanuras sedientas,
que nos parecen calvarios
cuando las tardes se ausentan.
Desde Galicia buscando
ese sol que nos calienta,
que a veces nos va dejando
el sudor que representa.
Dos mesetas castellanas
entre calores terribles,
en estas serias jornadas
hay horas inasumibles.
Galicia de lluvias bellas
entre nubes tormentosas,
existen horas de estrellas
con sus sombras deliciosas.
Esa morriña gallega
que te deja sus recuerdos,
sobre el ambiente despliega
en los minutos más cuerdos.
Soledades de sus campos
entre verdes prodigiosos,
a veces notas los llantos
con sentidos armoniosos.
Cuando piso Puentedeume
con sus sombras penitentes,
en mi mente se resume
el tiempo que estuve ausente.
Mil ochenta y dos kilómetros
corriendo por carreteras,
a veces temes siniestros
al ver las largas esperas.
Galicia la vas sintiendo
con sus verdes y sus flores,
la vida te va ofreciendo
un camino de colores.
G X Cantalapiedra.
Corren vientos mesetarios
en las llanuras sedientas,
que nos parecen calvarios
cuando las tardes se ausentan.
Desde Galicia buscando
ese sol que nos calienta,
que a veces nos va dejando
el sudor que representa.
Dos mesetas castellanas
entre calores terribles,
en estas serias jornadas
hay horas inasumibles.
Galicia de lluvias bellas
entre nubes tormentosas,
existen horas de estrellas
con sus sombras deliciosas.
Esa morriña gallega
que te deja sus recuerdos,
sobre el ambiente despliega
en los minutos más cuerdos.
Soledades de sus campos
entre verdes prodigiosos,
a veces notas los llantos
con sentidos armoniosos.
Cuando piso Puentedeume
con sus sombras penitentes,
en mi mente se resume
el tiempo que estuve ausente.
Mil ochenta y dos kilómetros
corriendo por carreteras,
a veces temes siniestros
al ver las largas esperas.
Galicia la vas sintiendo
con sus verdes y sus flores,
la vida te va ofreciendo
un camino de colores.
G X Cantalapiedra.