ENTRE LAS BRISAS DE AGOSTO
En este verano raro donde se viven promesas, nada lo sentimos claro al ver males que regresan. Con la pandemia acechando sobre los verdes caminos, las gentes viven pensando en tormentosos destinos. Esta pandemia sin gritos que va dejando sus males, puede romper ciertos mitos con sus acciones fatales. Galicia sigue esperando que se borren estos males, el viento llega clamando con suspiros anormales. Brisas que llegan dejando muchos nuevos sentimientos, el tiempo se va volando entre tristes pensamientos. Corren la brisas bailando en las grandes arboledas, las huellas siguen dejando caricias que no se enredan. El mañana nos espera para darnos sus lecciones, no sirve la primavera en tan grises intenciones. La Madre Naturaleza viene marcando su signo, y se ve su fortaleza en cualquier raro camino. Este verano nos llega con lutos en los destinos, la epidemia se despliega con sus raros desatinos. No vale verse seguro cuando la pandemia gira, vemos el momento oscuro y cierta gente suspira. El pasado ya es historia y Galicia lo presiente, la peste borra memoria por dentro de nuestra mente. Ver las rías cada noche con sus barcos amarrados, que nadie los ponga broche ni quiera verlos dañados. Nadie se siente seguro cuando sueña nueva vida, el presente llega oscuro sin ver tierra prometida. Galicia tierra encantada cargada de buenas brisas, laderas que son grabadas con los colores que eclipsan. Que nadie rompa destinos, ni busque nuevos anclajes, existen los tristes trinos en los mejores anclajes. Brisas que vamos viviendo en este agosto penoso, es mejor seguir creyendo en el tiempo vanidoso. Campos que marcan veredas, campanas llenas de encanto, lugares donde te enredas sin sufrir un desencanto. G X Cantalapiedra.
En este verano raro donde se viven promesas, nada lo sentimos claro al ver males que regresan. Con la pandemia acechando sobre los verdes caminos, las gentes viven pensando en tormentosos destinos. Esta pandemia sin gritos que va dejando sus males, puede romper ciertos mitos con sus acciones fatales. Galicia sigue esperando que se borren estos males, el viento llega clamando con suspiros anormales. Brisas que llegan dejando muchos nuevos sentimientos, el tiempo se va volando entre tristes pensamientos. Corren la brisas bailando en las grandes arboledas, las huellas siguen dejando caricias que no se enredan. El mañana nos espera para darnos sus lecciones, no sirve la primavera en tan grises intenciones. La Madre Naturaleza viene marcando su signo, y se ve su fortaleza en cualquier raro camino. Este verano nos llega con lutos en los destinos, la epidemia se despliega con sus raros desatinos. No vale verse seguro cuando la pandemia gira, vemos el momento oscuro y cierta gente suspira. El pasado ya es historia y Galicia lo presiente, la peste borra memoria por dentro de nuestra mente. Ver las rías cada noche con sus barcos amarrados, que nadie los ponga broche ni quiera verlos dañados. Nadie se siente seguro cuando sueña nueva vida, el presente llega oscuro sin ver tierra prometida. Galicia tierra encantada cargada de buenas brisas, laderas que son grabadas con los colores que eclipsan. Que nadie rompa destinos, ni busque nuevos anclajes, existen los tristes trinos en los mejores anclajes. Brisas que vamos viviendo en este agosto penoso, es mejor seguir creyendo en el tiempo vanidoso. Campos que marcan veredas, campanas llenas de encanto, lugares donde te enredas sin sufrir un desencanto. G X Cantalapiedra.