EL OTOÑO VA DEJANDO
En estas fechas soñadas del otoño mal venido, vemos temblar las pisadas de cualquier hombre sufrido. El otoño va dejando las penas al ras del río, los corazones temblando presienten escalofrío. Hay otoños de otoñadas, con verdores distinguidos, donde ves rosas secadas que te alegran los sentidos. Este otoño de tragedia que tiene malos sonidos, nada sabe de comedia, más quiere vernos vencidos. La pandemia machacando de vez en cuando ves lirios, las gentes viven pensando por qué llegan los martirios. Galicia sigue su marcha perdiendo los peregrinos, esta pandemia se ensancha amargando los caminos. Las noches siguen temblando, buscando lo nuevos trinos, el gallego va notando en no vivir desatinos. Cuando llegan las mañanas en los bonitos caminos, todos quieren vidas sanas sin existir adivinos. Ni las rías dan templanza en estas tardes de fríos, hoy se teme la balanza cuando llegan malos signos. Las alboradas se esperan, a veces con muchos bríos, mientras que se desesperan al ver tan sufridos líos. Nadie sabe del futuro, ni quiere romper lecciones, las meigas lo ven oscuro en su mar de confusiones. Cuando las noches comienzan, sin encontrar salvaciones, muchos cerebros empiezan a no ver las soluciones. Galicia viene notando estos tiempos deprimidos, hay vientos que van dejando muchos sueños hoy perdidos. El mañana nos espera, nadie quiere ver disgustos, llegará la primavera con otros tiempos más justos.
G X Cantalapiedra.
En estas fechas soñadas del otoño mal venido, vemos temblar las pisadas de cualquier hombre sufrido. El otoño va dejando las penas al ras del río, los corazones temblando presienten escalofrío. Hay otoños de otoñadas, con verdores distinguidos, donde ves rosas secadas que te alegran los sentidos. Este otoño de tragedia que tiene malos sonidos, nada sabe de comedia, más quiere vernos vencidos. La pandemia machacando de vez en cuando ves lirios, las gentes viven pensando por qué llegan los martirios. Galicia sigue su marcha perdiendo los peregrinos, esta pandemia se ensancha amargando los caminos. Las noches siguen temblando, buscando lo nuevos trinos, el gallego va notando en no vivir desatinos. Cuando llegan las mañanas en los bonitos caminos, todos quieren vidas sanas sin existir adivinos. Ni las rías dan templanza en estas tardes de fríos, hoy se teme la balanza cuando llegan malos signos. Las alboradas se esperan, a veces con muchos bríos, mientras que se desesperan al ver tan sufridos líos. Nadie sabe del futuro, ni quiere romper lecciones, las meigas lo ven oscuro en su mar de confusiones. Cuando las noches comienzan, sin encontrar salvaciones, muchos cerebros empiezan a no ver las soluciones. Galicia viene notando estos tiempos deprimidos, hay vientos que van dejando muchos sueños hoy perdidos. El mañana nos espera, nadie quiere ver disgustos, llegará la primavera con otros tiempos más justos.
G X Cantalapiedra.