PISAR DE CERCA LAS RÍAS
Cruzar puentes de leyendas,
cruzando rías con nombre,
y conocer muchas sendas
que pueden tener renombre.
Cuando recorres Galicia
con caminos encantados,
aparece la delicia
de los sueños olvidados.
Pisar Galicia sin prisa
entre sueños complicados,
donde la vista se eclipsa
en momentos angustiados.
Sentir la mar si se enfada
en grandes acantilados,
como una fiera alcanzada
que quiere hacer mutilados.
Es la Galicia de siempre,
la del corazón temblando,
que muchos tienen presente
incluso si van soñando.
Rías que tienen leyendas,
sombras de tiempos pasados,
que algunos perdieron riendas
en sus lugares soñados.
Cuando las rías se crecen
en sus lugares marcados,
los peligros prevalecen
como vientos endiablados.
Horas de muchas jornadas
para gentes marisqueras,
que se sienten esforzadas
sin ser nunca marineras.
Galicia tiene sus sombras
que te marcan los destinos,
donde las brisas se asombran
con sus serios desatinos.
G X Cantalapiedra.
Cruzar puentes de leyendas,
cruzando rías con nombre,
y conocer muchas sendas
que pueden tener renombre.
Cuando recorres Galicia
con caminos encantados,
aparece la delicia
de los sueños olvidados.
Pisar Galicia sin prisa
entre sueños complicados,
donde la vista se eclipsa
en momentos angustiados.
Sentir la mar si se enfada
en grandes acantilados,
como una fiera alcanzada
que quiere hacer mutilados.
Es la Galicia de siempre,
la del corazón temblando,
que muchos tienen presente
incluso si van soñando.
Rías que tienen leyendas,
sombras de tiempos pasados,
que algunos perdieron riendas
en sus lugares soñados.
Cuando las rías se crecen
en sus lugares marcados,
los peligros prevalecen
como vientos endiablados.
Horas de muchas jornadas
para gentes marisqueras,
que se sienten esforzadas
sin ser nunca marineras.
Galicia tiene sus sombras
que te marcan los destinos,
donde las brisas se asombran
con sus serios desatinos.
G X Cantalapiedra.