CUANDO AFLORA LA NOSTALGIA
Sin sentirte marinero ni soñar con bellos mares,
vives el momento austero entre preciosos cantares.
Cuando aflora la nostalgia por los caminos gallegos,
dicen que surge la magia sin jamás lanzar los ruegos.
Sentir la noche con brisas por sus bonitos senderos,
sin conocer esas prisas de signos aventureros.
Sin buscar melancolía ni lamentar un te quiero,
en cualquiera noche fría el viento corre ligero.
La morriña llega sola, no precisa compañero,
quizá llegue sin ver ola con su ritmo pasajero.
Las amarras de Galicia recorren el mundo entero,
algunos las ven delicia sin costarles el dinero.
Romper a veces amarras es un castigo de miedo,
no puedes quitar las barras de tu tierra con su credo.
La morriña va contigo, sin ser nunca un pasajero,
la vida no ve castigo en su pasaje altanero.
Los amores de la vida no deben ponerse freno,
existe ruta elegida aunque contenga veneno.
Las nostalgias de las rías que hacen grande el sentimiento,
sin temer las noches frías a veces te dan aliento.
Cuando siento la morriña, entre las brisas del viento,
Galicia siempre te guiña para darte algún contento.
No puedes borrar caminos, en noches de Luna llena,
Galicia tiene sus signos que quisieran quitar pena.
G X Cantalapiedra.
Sin sentirte marinero ni soñar con bellos mares,
vives el momento austero entre preciosos cantares.
Cuando aflora la nostalgia por los caminos gallegos,
dicen que surge la magia sin jamás lanzar los ruegos.
Sentir la noche con brisas por sus bonitos senderos,
sin conocer esas prisas de signos aventureros.
Sin buscar melancolía ni lamentar un te quiero,
en cualquiera noche fría el viento corre ligero.
La morriña llega sola, no precisa compañero,
quizá llegue sin ver ola con su ritmo pasajero.
Las amarras de Galicia recorren el mundo entero,
algunos las ven delicia sin costarles el dinero.
Romper a veces amarras es un castigo de miedo,
no puedes quitar las barras de tu tierra con su credo.
La morriña va contigo, sin ser nunca un pasajero,
la vida no ve castigo en su pasaje altanero.
Los amores de la vida no deben ponerse freno,
existe ruta elegida aunque contenga veneno.
Las nostalgias de las rías que hacen grande el sentimiento,
sin temer las noches frías a veces te dan aliento.
Cuando siento la morriña, entre las brisas del viento,
Galicia siempre te guiña para darte algún contento.
No puedes borrar caminos, en noches de Luna llena,
Galicia tiene sus signos que quisieran quitar pena.
G X Cantalapiedra.