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PONTEDEUME: AQUELLA NOCHE ERA MISTERIO...

AQUELLA NOCHE ERA MISTERIO
Un matrimonio residentes en Madrid, tuvieron que acudir desde Miño a Betanzos, a urgencias médicas nocturnas, salieron a más de las diez de la noche, del mes de agosto de hace unos años, de su vivienda de Galicia, y recorrieron todo el camino de ir a Betanzos de noche. En dicho consultorio o centro de salud, fueron atendidos bastante bien, tan solo esperaron como unos diez minutos, para una joven doctora, atenta y sabiendo su profesión les indicara los medicamentos, que deberían tomar. Una vez terminada la consulta, salieron camino de Miño, para regresar a su domicilio, Cruzando Betanzos con toda clase de alumbrado, ya que serían más de las once de la noche, al salir de los terrenos de Betanzos, empezaron a ver como el cielo se iluminaba, como cuando amanece el día, el matrimonio no entendía dicho resultado, sabiendo que llevaban bastante tiempo circulando con las luces encendidas. Parecía como si la tierra soltara esos reflejos del atardecer, o de la madrugada, y si de nuevo volverían andar sin luces, Aunque el efecto duro como unos diez minutos, de nuevo la nocturnidad se a dueño del ambiente, y entrando en el tunecillo que da paso a Miño, por debajo de la carretera, que lleva de Coruña a Ferrol, la noche se notaba a tope, la oscuridad era la que predominaba, y pasaron los tres kilómetros de largo de dicha población, casi digamos sin apenas circulación ni personas paseando, llegando hasta la Playa Grande de Miño, donde algún ser humano nocturno, se dejaba ver por sus aledaños. El matrimonio residentes en Madrid, pensaron y hablaron sobre lo sucedido, el marido explico a su esposa, pudiera ser una bengala de las que tiran los barcos en peligro, pero ya vi una vez en Madrid, sobre la M. 30, a las dos de la madrugada, y dura segundos, sin embargo esta noche, ha sido mucho más larga. Quizá diez minutos aproximadamente, este misterio comentaba el marido, es cosa de meigas, como dicen por estas tierras de Pontedeume. La esposa comentó, son cosas de la Galicia Profunda, donde los misterios se quedan en casa, no vamos a preguntar a nadie, a no ser que alguien lo comente. Ya en su domicilio gallego, cenaron y se fueron a dormir, era lo mejor que podían hacer en aquella noche, donde los dos pensaron en cosas extrañas. G X Cantalapiedra.