Y CRUZAR EL PUENTE DE PONTEDEUME
El inmigrante gallego
cargado con su nostalgia,
a su dios le lanzo un ruego
que nos parece ser magia.
Juró volver a su tierra,
entre sueños y esperanzas,
y en su corazón encierra
las más sufridas templanzas,
Lleva en su mente metida
el amor que nunca falla,
pisar su tierra querida
y saber bien dar su talla.
El Puente de Pontedeume
tiene que saber cruzarlo,
en su memoria resume
lo mucho que supo amarlo.
Se siente libre y contento
en su costa cavilando,
y ve subir ese aliento
que le coloca pensando.
Las noches mirando al Puente
con brisas que van llegando,
tiene en su mente presente
a Galicia navegando.
La tierra de sus mayores
con morriña y sobresaltos,
que la ve con sus candores
y no le agradan los llantos.
En Galicia reconoce
lo duro de la distancia,
es algo que bien conoce
sin abrazar la arrogancia.
G X Cantalapiedra.
El inmigrante gallego
cargado con su nostalgia,
a su dios le lanzo un ruego
que nos parece ser magia.
Juró volver a su tierra,
entre sueños y esperanzas,
y en su corazón encierra
las más sufridas templanzas,
Lleva en su mente metida
el amor que nunca falla,
pisar su tierra querida
y saber bien dar su talla.
El Puente de Pontedeume
tiene que saber cruzarlo,
en su memoria resume
lo mucho que supo amarlo.
Se siente libre y contento
en su costa cavilando,
y ve subir ese aliento
que le coloca pensando.
Las noches mirando al Puente
con brisas que van llegando,
tiene en su mente presente
a Galicia navegando.
La tierra de sus mayores
con morriña y sobresaltos,
que la ve con sus candores
y no le agradan los llantos.
En Galicia reconoce
lo duro de la distancia,
es algo que bien conoce
sin abrazar la arrogancia.
G X Cantalapiedra.