MIEDOS NOCTURNOS
Como sombras aterradas
que pisan por los caminos,
no existen noches pagadas
que tengan bonitos signos.
Miedos de pisar las guerras,
miedos en las madrugadas,
miedos a meigas que entierran
muchas noches desterradas.
El hombre vino a Galicia
a comprobar sus andadas,
presumiendo de pericia
y de noches embrujadas.
Buscó La Santa Compaña,
y por dios que la encontraba,
su mirada se le empaña
viendo la noche marcada.
Quiere conocer Galicia
y saber de encrucijadas,
para notar la delicia
de esas noches torturadas.
Por La Costa de La Muerte,
sobre la niebla cerrada,
parece sentir su suerte
al ver llegar la alborada.
Cruzar rías por sus puentes
con tu sombra acongojada,
y ver que fluyen corrientes
viendo la tierra mojada.
Es la Galicia nocturna,
la meiga siempre ocultada,
quizá no supo de cuna
ni de la noche dañada.
Mirando el bosque de lejos
con sus reflejos brillando,
sin querer tener complejos
Galicia nos va tirando.
G X Cantalapiedra.
Como sombras aterradas
que pisan por los caminos,
no existen noches pagadas
que tengan bonitos signos.
Miedos de pisar las guerras,
miedos en las madrugadas,
miedos a meigas que entierran
muchas noches desterradas.
El hombre vino a Galicia
a comprobar sus andadas,
presumiendo de pericia
y de noches embrujadas.
Buscó La Santa Compaña,
y por dios que la encontraba,
su mirada se le empaña
viendo la noche marcada.
Quiere conocer Galicia
y saber de encrucijadas,
para notar la delicia
de esas noches torturadas.
Por La Costa de La Muerte,
sobre la niebla cerrada,
parece sentir su suerte
al ver llegar la alborada.
Cruzar rías por sus puentes
con tu sombra acongojada,
y ver que fluyen corrientes
viendo la tierra mojada.
Es la Galicia nocturna,
la meiga siempre ocultada,
quizá no supo de cuna
ni de la noche dañada.
Mirando el bosque de lejos
con sus reflejos brillando,
sin querer tener complejos
Galicia nos va tirando.
G X Cantalapiedra.