BUSCANDO LA MELANCOLIA
Por las tierras de Galicia
como soñando veredas,
busqué la melancolía,
sin querer saber de vedas.
Sentir que suenan las rías,
cruzar puentes y alamedas,
andando las noches frías
mientras los vientos te enredan.
La nostalgia llevo dentro
de esa tierra marinera,
que pudiera ser el centro
de esa Galicia altanera.
La morriña de la tierra,
con sus grandes arboledas,
donde la sombra se encierra
entre su verdor de sedas.
La costa te va dejando
sorprendido por sus olas,
las olas llegan gritando
cuando azotan el rompeolas.
Es Galicia marinera
con olor a Rosalía,
que se siente aventurera
mientras vive su alegría.
Afloran barcos de pesca
por sus rías caudalosas,
la mar parece más terca
en las horas horrorosas.
Esta Galicia Profunda
cargada de sensaciones,
donde la nostalgia abunda
siempre tiene sus razones.
G X Cantalapiedra.
Por las tierras de Galicia
como soñando veredas,
busqué la melancolía,
sin querer saber de vedas.
Sentir que suenan las rías,
cruzar puentes y alamedas,
andando las noches frías
mientras los vientos te enredan.
La nostalgia llevo dentro
de esa tierra marinera,
que pudiera ser el centro
de esa Galicia altanera.
La morriña de la tierra,
con sus grandes arboledas,
donde la sombra se encierra
entre su verdor de sedas.
La costa te va dejando
sorprendido por sus olas,
las olas llegan gritando
cuando azotan el rompeolas.
Es Galicia marinera
con olor a Rosalía,
que se siente aventurera
mientras vive su alegría.
Afloran barcos de pesca
por sus rías caudalosas,
la mar parece más terca
en las horas horrorosas.
Esta Galicia Profunda
cargada de sensaciones,
donde la nostalgia abunda
siempre tiene sus razones.
G X Cantalapiedra.