PONTEDEUME: Y LLEGÓ A PUENTEDEUME...

Y LLEGÓ A PUENTEDEUME
Llegó por rutas gallegas, buscando ciertos paisajes, el guionista soñaba, encontrar allí linajes. Recorriendo los lugares de esa Galicia preciosa, quiso comprobar hogares sin ser villa caprichosa. Recorrió Las Fragas de Ume, buscando nuevas visiones, y en su recorrido asume muchas y buenas razones. En las noches que allí estaba se fue buscando misterios, y ni el miedo le quebraba en muchos momentos serios. Anduvo buscando meigas para sentir sus problemas, y vio La Santa Compaña y el temor que aquello engendra. La Galicia misteriosa, con grandes acantilados y la de rías hermosas entre sueños marginados. Escucho decir “depende” y se quedó medio helado, luego notó que algo vende el que vive ilusionado. Calles y barrancos grandes en las frías madrugadas, cruces que tienen encanto dejando brisas marcadas. Recorriendo más lugares tembló mirando al presente, tuvo presencia en los bares y habló con bastante gente. Cuando marchó de Galicia, su memoria no fallaba, era mucha la delicia que en su mente se aparcaba. Eucaliptos muy crecidos, hierbas que siguen segadas, caminos comprometidos en las noches delicadas. La mente le funcionaba con sus muchas obsesiones, sobre su vida llevaba muchas raras conclusiones. Guionista de paisajes que busca nuevas veredas, donde se note el anclaje sin perder jamás las sendas. Caminos descontrolados, con preciosas arboledas, sin ser destinos marcados debieran tener veredas. En la Galicia presente las arboledas se sueñan, y nadie se siente ausente si en sus árboles se empeñan. Pueden pasar muchas horas, se puede cruzar el puente, nadie comprueba demoras ni le teme a la corriente. En estas costas gallegas el tiempo sigue marcando, y las noches se despliegan sin que el calor venga andando. G X Cantalapiedra.