HABLAMÉ DE BRUJAS Y MEIGAS
Aquella noche en Galicia
tuve promesas inmensas,
me pareció una delicia
al no ver las horas tensas.
Alguien vino comentando
que las meigas son dichosas,
y que viven pregonando
sus remedios entre rosas.
Me hablaron de alguna meiga
que su casa era una cueva,
y su recuerdo no pliega
aunque la vida se vuela.
Con escobas voladoras
llegaron a todas partes,
nadie las llamó señoras
aunque dominaron artes
Vestidas siempre de negro
con pañuelo a la cabeza,
su aspecto nunca fue fiero
y no tuvieron torpeza.
Caminaron entre sombras
sufriendo sus desconsuelos,
con sus potingues te asombras
sin que levantaran vuelos.
Meigas llenas de tristeza
con sus malas sintonías,
por caminos sin torpeza
nunca buscaron porfías.
Hablan de meigas y brujas
sin conocer sus andadas,
las mentes cuando se estrujan
dejan preciosas miradas.
La noche viene marcando
sus caminos primorosos,
hay niebla que va dejando
muchos días tenebrosos.
G X Cantalapiedra.
Aquella noche en Galicia
tuve promesas inmensas,
me pareció una delicia
al no ver las horas tensas.
Alguien vino comentando
que las meigas son dichosas,
y que viven pregonando
sus remedios entre rosas.
Me hablaron de alguna meiga
que su casa era una cueva,
y su recuerdo no pliega
aunque la vida se vuela.
Con escobas voladoras
llegaron a todas partes,
nadie las llamó señoras
aunque dominaron artes
Vestidas siempre de negro
con pañuelo a la cabeza,
su aspecto nunca fue fiero
y no tuvieron torpeza.
Caminaron entre sombras
sufriendo sus desconsuelos,
con sus potingues te asombras
sin que levantaran vuelos.
Meigas llenas de tristeza
con sus malas sintonías,
por caminos sin torpeza
nunca buscaron porfías.
Hablan de meigas y brujas
sin conocer sus andadas,
las mentes cuando se estrujan
dejan preciosas miradas.
La noche viene marcando
sus caminos primorosos,
hay niebla que va dejando
muchos días tenebrosos.
G X Cantalapiedra.