PONTEDEUME: SOMBRAS ALARGADAS EN LAS MADRUGADAS...

SOMBRAS ALARGADAS EN LAS MADRUGADAS
Aquel hombre venido del sur de España, en los años de 1970. Se sentía un poco fuera de lugar, en La Galicia Profunda, intentando ser un hombre liberado y sin compromiso alguno, estando trabajando para el Estado Español, intento coger amistades en esa tierra gallega, y pronto empezó a salir con una joven, que sin ningún miedo acompañaba a su domicilio, después de acabar la discoteca, sin darse cuenta que hay personas que no aceptan, que un forastero pueda salir con una chica de su entorno, a la que a veces ni la hicieron el menor caso, Aquel hombre venido del sur, no tenía complejo ninguno, y cada día tenía más confianza con la joven y su tierra, y pronto empezó a notar que le querían molestar los vecinos de dicha joven, Tuvo momentos de encono, e intento salir de frente y sin miedo de sus caminatas, por aquellos caminos gallegos, donde los eucaliptos parecían crecer sin ninguna norma. Una mañana al levantarse, pudo ver colgado de su ventana aun gato muerto, pero no le dio importancia, y tan solo pensó que le estaban intentando meter miedo, a lo que el hombre del sur, no quiso hacer ninguna mala acción, más siguieron intentando meterle el miedo en el cuerpo, y entonces este hombre del sur, se defendió con sus medios, primero tratando de poner obstáculos en los caminos por donde el caminaba, y un poco más tarde trato de que los vehículos que le querían asustar, no pudieran circular a gusto, ya que sus tachuelas se iban clavando lentamente, en los neumáticos de sus adversarios, y otras maniobras que les hicieron sentir el miedo a los que le estaban asediando, Fueron jornadas con sombras alargadas, con miedo al subir a los coches, ya que alguno siempre tenía alguna seria sorpresa. Y sus asediadores, se vieron asediados, y confundidos, ya que pensaban como este hombre solo sin ser de esta tierra, nos puede meter el miedo en el cuerpo, La joven se llegó a enterar de la temida venganza de sus paisanos, y una llamada secreta a las fuerzas del orden, puso el final a tan macabro tiempo, siendo avisados de que los delitos siempre terminan descubriéndose. Y el que la hace la paga, así este hombre del sur, termino siendo el marido de aquella joven
que sus vecinos de Parroquia o Concello, nunca la dijeron nada referente a poder ser su esposa, y al llegar un forastero, intentaron ponérselo muy difícil. Esta vez lo les sirvió sus maneras de asustar al que no nació en Galicia. G X Cantalapiedra.