ERA DÍA DE CHOCOLATE
Aquel matrimonio venido de Madrid, en el año 2011, en el mes de enero, tuvieron un camino horroroso, desde la salida de su ciudad, se vieron obligados a poner en su coche la luz antiniebla, pasando por Guadarrama antes del túnel, el suelo estaba helado, y algunos coches se notaba que se deslizaban peligrosamente, pero en el habitáculo del automóvil, con el calor de la calefacción parecía otra cosa. En su camino tuvieron dificultades, al llegar frente Arévalo, Ávila, conocieron las nieblas cerradas heladoras, de la cuenca del Duero, pasando incluso de Tordesillas, como unos 50, kilómetros no desaparecieron, luego tuvieron corros de nubes bajas pasajeras, y al llegar al Puerto del Manzanal, el hielo y la nieve hicieron su presencia, el camino hacía Galicia fue bastante duro y peligroso, aunque el matrimonio no tuvo demasiado miedo, su carácter aventurero les hizo ameno el recorrido de esos 600. Kilómetros hasta Puentedeume, donde al llegar a su casa sintieron la alegría de ver sus rías y su famoso Puente. Por la tarde pasearon por Rosalía de Castro, y ya de noche se dirigieron a la chocolatería El Puente, para poder degustar los churros y el chocolate que te hacen disfrutar y sentirte a gusto, en ese bello lugar con la Ría y su Puente, que se divisa desde allí. Mereció la pena recorrer aquel día de niebla y nieve, ese recorrido que tantas veces hicieron en verano, aunque en ese mes de invierno, todo parece mucho más peligroso, y sin esperar que la Madre Naturaleza se pusiera en contra, resulto agradable su recorrido. A veces Galicia te resulta lejos, pero una vez allí te ves reconfortado por sus lugares preciosos. G X Cantalapiedra.
Aquel matrimonio venido de Madrid, en el año 2011, en el mes de enero, tuvieron un camino horroroso, desde la salida de su ciudad, se vieron obligados a poner en su coche la luz antiniebla, pasando por Guadarrama antes del túnel, el suelo estaba helado, y algunos coches se notaba que se deslizaban peligrosamente, pero en el habitáculo del automóvil, con el calor de la calefacción parecía otra cosa. En su camino tuvieron dificultades, al llegar frente Arévalo, Ávila, conocieron las nieblas cerradas heladoras, de la cuenca del Duero, pasando incluso de Tordesillas, como unos 50, kilómetros no desaparecieron, luego tuvieron corros de nubes bajas pasajeras, y al llegar al Puerto del Manzanal, el hielo y la nieve hicieron su presencia, el camino hacía Galicia fue bastante duro y peligroso, aunque el matrimonio no tuvo demasiado miedo, su carácter aventurero les hizo ameno el recorrido de esos 600. Kilómetros hasta Puentedeume, donde al llegar a su casa sintieron la alegría de ver sus rías y su famoso Puente. Por la tarde pasearon por Rosalía de Castro, y ya de noche se dirigieron a la chocolatería El Puente, para poder degustar los churros y el chocolate que te hacen disfrutar y sentirte a gusto, en ese bello lugar con la Ría y su Puente, que se divisa desde allí. Mereció la pena recorrer aquel día de niebla y nieve, ese recorrido que tantas veces hicieron en verano, aunque en ese mes de invierno, todo parece mucho más peligroso, y sin esperar que la Madre Naturaleza se pusiera en contra, resulto agradable su recorrido. A veces Galicia te resulta lejos, pero una vez allí te ves reconfortado por sus lugares preciosos. G X Cantalapiedra.