PUENTEDEUME Y SUS SOMBRAS
Voy caminando tranquilo
por las orillas del Ume,
sobre su brisa perfilo
lo que mi conciencia asume.
Hay sombras de penitentes
con dolores y amarguras,
que se vuelven indigentes
entre frases de diabluras.
Galicia tiene veredas
que son lecciones perdidas,
donde los ojos se enredan
en las noches deprimidas.
Verdes laderas brillando
bajo la luz del camino,
el viento viene marcando
su penoso desatino.
Divisando las colinas
de este lugar tan precioso,
con el verdor en sus cimas
como un sueño vanidoso.
Mirar sus rías de lejos
entre las grandes pasiones,
y no sufrir los complejos
de asumidas confusiones.
Hay noches que vas mirando
a su Luna placentera,
y el alma sigue penando
si la niebla desespera.
Noches que te marcan rutas
donde vuelan sensaciones,
con sus fuerzas absolutas
pudieran darte razones.
G X Cantalapiedra.
Voy caminando tranquilo
por las orillas del Ume,
sobre su brisa perfilo
lo que mi conciencia asume.
Hay sombras de penitentes
con dolores y amarguras,
que se vuelven indigentes
entre frases de diabluras.
Galicia tiene veredas
que son lecciones perdidas,
donde los ojos se enredan
en las noches deprimidas.
Verdes laderas brillando
bajo la luz del camino,
el viento viene marcando
su penoso desatino.
Divisando las colinas
de este lugar tan precioso,
con el verdor en sus cimas
como un sueño vanidoso.
Mirar sus rías de lejos
entre las grandes pasiones,
y no sufrir los complejos
de asumidas confusiones.
Hay noches que vas mirando
a su Luna placentera,
y el alma sigue penando
si la niebla desespera.
Noches que te marcan rutas
donde vuelan sensaciones,
con sus fuerzas absolutas
pudieran darte razones.
G X Cantalapiedra.