PISANDO TIERRA GALLEGA
La lluvia en el horizonte como preciosa frontera, la vida tiene el resorte de romper cualquier barrera. Andando por los caminos, soñando con primavera, esperando ciertos trinos con la alegría a tu vera. Es la Galicia Profunda la que dicen que es austera, con su vida tan rotunda que no precisa bandera. Pisando tierra gallega entre grandes arboledas, donde la lluvia despliega y las morriñas se enredan. Cuando recorres Galicia entre lluvia pasajera, puedes notar la delicia de la gente aventurera. La lluvia va repicando sobre las calles desiertas, la brisa que va llegando no quiere las costas muertas. Va lloviendo con firmeza sobre los campos labrados, donde no se ve torpeza en los surcos bien trazados. Campos que marcan la lluvia que la siguen esperando, a veces suelta su furia con el barranco inundado. Viendo la lluvia rabiosa con una fuerza absoluta, algunos la ven dichosa, aunque nos parezca bruta. La mar se nota con fuerza en sus olas pasajeras, parece que nada tuerza esas fuerzas altaneras. Galicia marca veredas que se llevan con dulzura, donde los vientos se enredan y pueden dejar locura. Galicia viene dejando muchos sueños prometidos, que el viento se va llevando por sus caminos perdidos. G X Cantalapiedra.
La lluvia en el horizonte como preciosa frontera, la vida tiene el resorte de romper cualquier barrera. Andando por los caminos, soñando con primavera, esperando ciertos trinos con la alegría a tu vera. Es la Galicia Profunda la que dicen que es austera, con su vida tan rotunda que no precisa bandera. Pisando tierra gallega entre grandes arboledas, donde la lluvia despliega y las morriñas se enredan. Cuando recorres Galicia entre lluvia pasajera, puedes notar la delicia de la gente aventurera. La lluvia va repicando sobre las calles desiertas, la brisa que va llegando no quiere las costas muertas. Va lloviendo con firmeza sobre los campos labrados, donde no se ve torpeza en los surcos bien trazados. Campos que marcan la lluvia que la siguen esperando, a veces suelta su furia con el barranco inundado. Viendo la lluvia rabiosa con una fuerza absoluta, algunos la ven dichosa, aunque nos parezca bruta. La mar se nota con fuerza en sus olas pasajeras, parece que nada tuerza esas fuerzas altaneras. Galicia marca veredas que se llevan con dulzura, donde los vientos se enredan y pueden dejar locura. Galicia viene dejando muchos sueños prometidos, que el viento se va llevando por sus caminos perdidos. G X Cantalapiedra.