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PONTEDEUME: DIME DONDE SE FUE AQUEL CARIÑO...

DIME DONDE SE FUE AQUEL CARIÑO
En su carta la decía, donde se fue aquel cariño, y el marino comprendía que no eran cosas de niño. El amor se fue marchando por sendas de verdes pinos, y por detrás fue dejando penas que dan remolinos. Sin celos ni malos tragos no quiso los aires finos, ni algunos tragos amargos que dejaran desatinos, El marinero pensando que era duro aquel destino, y sus ojos vi dudando sin querer cambiar su signo. El barco zarpo de nuevo, su mirada fue un martirio, quiso borrar el complejo que la daba su delirio. Una mujer fabulosa que soñaba otro camino no quiso verse dichosa ni ser mujer de un marino. El barco tuvo su ruta sin comprender tan mal signo, el marino se lamenta de ser preso del destino, Una foto de cartera al destruirla ha sentido, que pasó la primavera sin jamás verse perdido. Las estelas de la tarde en su coraje han sentido, que nada parece en balde, aunque el amor se ha escondido. Va mirando las estrellas sin apenas sentir ruido, en esas noches tan bellas el corazón se ve herido. Le pregunta al horizonte, dime por qué la he perdido, y una voz suena a resorte diciendo nunca ha existido. El mar se mueve con fuerza entre los muchos suspiros, la tormenta siempre esfuerza cuando el mar lanza sus giros. En amor lleva en el alma como un puñal escondido, el marino pierde calma y se ve desprotegido. La Luna viene brillando, sus estelas marcan signos, el marino va esperando poder escuchar los trinos. El mañana queda lejos, más lejos llego el marino, donde se olvidan complejos, aunque sufras desatino. El cariño se marchaba entre grandes eucaliptos, y el marino renegaba de ver en sus puertos listos. Atrás quedaron amarras, que no saben de previstos, marinos que tienen barras y que suelen andar listos. No llores las noches serias, ni quieras hallar abismo, deja en paz a las miserias del maldito consumismo. El marino busca amores en los puertos conocidos, que suelen dar sinsabores dejando sueños heridos. G X Cantalapiedra.