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CAPRICHOS DE LA MADRE NATURALEZA
Cuando llueve por Galicia y el viento viene gritando, no buscamos la caricia ni soñamos ir cantando. El tiempo corre ligero, tiene su fuerza brillante, no hay camino pasajero ni palabra deslumbrante. Tiempo como te vas, no me maltrates pensando, hoy no existe marcha atrás solo me queda ir llorando. Hoy la tarde se ha marchado por las laderas de verde, la brisa vino dejando un camino que se pierde. Tiempo como te has ido, no lo pude comprobar, era un sueño permitido que no lo pude alcanzar. La Madre Naturaleza nunca nos habló del tiempo, notamos su fortaleza incluso dentro del templo. La bondad se va perdiendo por los campos de este mundo, la guerra se va llevando los momentos más absurdos. La Madre Naturaleza que nos deja sus desmanes, completa su fortaleza con terremotos a mares. Somos humanos sencillos con las manos apretando, nos miramos los bolsillos si nos vamos arruinando. Hay veredas en Galicia que destilan mil visiones, el pisarlas es delicia que se llena de razones. La Madre Naturaleza dicen que corre con prisa, y no tiene la pereza de ver llorar a su brisa. Las Rías siguen marcando los caminos de Galicia, el viento se va llevando alguna triste primicia. La Madre Naturaleza nos rompe las condiciones, de quitarnos aspereza sin entender sus lecciones. Tiempo como te vas, como huyes a esconderte, ni siquiera puedo verte echando la vista atrás. G X Cantalapiedra.
Cuando llueve por Galicia y el viento viene gritando, no buscamos la caricia ni soñamos ir cantando. El tiempo corre ligero, tiene su fuerza brillante, no hay camino pasajero ni palabra deslumbrante. Tiempo como te vas, no me maltrates pensando, hoy no existe marcha atrás solo me queda ir llorando. Hoy la tarde se ha marchado por las laderas de verde, la brisa vino dejando un camino que se pierde. Tiempo como te has ido, no lo pude comprobar, era un sueño permitido que no lo pude alcanzar. La Madre Naturaleza nunca nos habló del tiempo, notamos su fortaleza incluso dentro del templo. La bondad se va perdiendo por los campos de este mundo, la guerra se va llevando los momentos más absurdos. La Madre Naturaleza que nos deja sus desmanes, completa su fortaleza con terremotos a mares. Somos humanos sencillos con las manos apretando, nos miramos los bolsillos si nos vamos arruinando. Hay veredas en Galicia que destilan mil visiones, el pisarlas es delicia que se llena de razones. La Madre Naturaleza dicen que corre con prisa, y no tiene la pereza de ver llorar a su brisa. Las Rías siguen marcando los caminos de Galicia, el viento se va llevando alguna triste primicia. La Madre Naturaleza nos rompe las condiciones, de quitarnos aspereza sin entender sus lecciones. Tiempo como te vas, como huyes a esconderte, ni siquiera puedo verte echando la vista atrás. G X Cantalapiedra.