LLEVABA TRES AÑOS SIN PISAR GALICIA
Fueron tres años en un barco mercante, navegando por los mares y océanos del mundo, Aquel marinero gallego tuvo problemas de salud, Aunque parecían poco importantes, le tuvieron aquel hombre algo preocupado, y a veces con deseos de estar cerca de su gente gallega. Al terminar su trabajo en Vigo, se despidió del Barco aquel, volviendo a su casa de la Ría de Ume, donde el hombre aquel trataba de salir adelante de sus malos ratos, Un día la que era su esposa decidió marcharse a ver a sus familiares, el hombre aquel estaba levantado y andando por su huerto, cuando ella se marchaba, sin pasar mucho tiempo el hombre tuvo que marcharse a la cama, y parece ser que estuvo como seis horas muerto, al volver la esposa, y verle sin movimiento alguno, enseguida llamo a urgencias médicas, que al presentarse en el domicilio del marinero, pudieron ver que aun respiraba, y volvía de aquella parada total de su cuerpo, su respiración era muy lenta, sus ojos apenas se habrían, y no contestaba a los estímulos que los medios de urgencia le decían, después de más de media hora volvió en sí, con unos sudores muy raros, más en su cerebro parece que aparecía, una vez en alta mar cruzando el Océano Atlántico, que despertó después de doce horas de dormir continuas, y al despertarle un compañero del barco, le comentó tienes la cara de un muerto, pálido y medio amarillo, Más este hombre se levanto de su litera camastro, y aunque le temblaban las piernas caminó agarrándose a las paredes para desempeñar su función de marinero. El hombre pensó estos fallos parece que me dan la muerte, aunque luego despierto muy cansado, y sin darme cuenta de que estuve en el otro mundo. Los médicos de urgencias quisieron llevarle hasta el hospital, cosa que el marinero se negó, y como si fuera un preludio, a las cinco horas su corazón se paró de repente, y su esposa volvió a llamar a las urgencias, esta vez no tuvieron tanta prisa, cuando llegaron a la vivienda del marinero, su cuerpo estaba frío y con olores de muerte, Trataron de despertarle, pero aquel sueño era eterno, el marinero, parece que esperaba volver a su Galicia para morir en su tierra, y en ella ser enterrado, parece ser que lo logró, esta vez ya nunca más despertó de su sueño para la eternidad. G X Cantalapiedra.
Fueron tres años en un barco mercante, navegando por los mares y océanos del mundo, Aquel marinero gallego tuvo problemas de salud, Aunque parecían poco importantes, le tuvieron aquel hombre algo preocupado, y a veces con deseos de estar cerca de su gente gallega. Al terminar su trabajo en Vigo, se despidió del Barco aquel, volviendo a su casa de la Ría de Ume, donde el hombre aquel trataba de salir adelante de sus malos ratos, Un día la que era su esposa decidió marcharse a ver a sus familiares, el hombre aquel estaba levantado y andando por su huerto, cuando ella se marchaba, sin pasar mucho tiempo el hombre tuvo que marcharse a la cama, y parece ser que estuvo como seis horas muerto, al volver la esposa, y verle sin movimiento alguno, enseguida llamo a urgencias médicas, que al presentarse en el domicilio del marinero, pudieron ver que aun respiraba, y volvía de aquella parada total de su cuerpo, su respiración era muy lenta, sus ojos apenas se habrían, y no contestaba a los estímulos que los medios de urgencia le decían, después de más de media hora volvió en sí, con unos sudores muy raros, más en su cerebro parece que aparecía, una vez en alta mar cruzando el Océano Atlántico, que despertó después de doce horas de dormir continuas, y al despertarle un compañero del barco, le comentó tienes la cara de un muerto, pálido y medio amarillo, Más este hombre se levanto de su litera camastro, y aunque le temblaban las piernas caminó agarrándose a las paredes para desempeñar su función de marinero. El hombre pensó estos fallos parece que me dan la muerte, aunque luego despierto muy cansado, y sin darme cuenta de que estuve en el otro mundo. Los médicos de urgencias quisieron llevarle hasta el hospital, cosa que el marinero se negó, y como si fuera un preludio, a las cinco horas su corazón se paró de repente, y su esposa volvió a llamar a las urgencias, esta vez no tuvieron tanta prisa, cuando llegaron a la vivienda del marinero, su cuerpo estaba frío y con olores de muerte, Trataron de despertarle, pero aquel sueño era eterno, el marinero, parece que esperaba volver a su Galicia para morir en su tierra, y en ella ser enterrado, parece ser que lo logró, esta vez ya nunca más despertó de su sueño para la eternidad. G X Cantalapiedra.