HAY MOMENTOS TEMEROSOS ES LA PRIMAVERA.
No pares dentro del bosque cuando la niebla persista, ni quieras buscar redoble que a la vista se resista. Hay momentos temerosos que te marcan los caminos, diablos que van prometiendo acabar bien tu destino. Cuando las brujas nos hablan con acento castellano, piensa que existen las trabas que te deja el ser humano. Los caminos del demonio suelen ser siempre preciosos, alguno es el manicomio que tiene sueños morbosos. Por la Galicia Profunda vienen las brujas bailando, en aquel ambiente abunda la pena que va llegando. Brujas que tienen sus manos con unos dedos marchosos, aunque parecen humanos dicen que no son dichosos. Las arboledas del bosque pueden ser raros caminos, se nota sufrir el borde de sufridos peregrinos. Una noche de tormenta que abunda la fantasía, la duda siempre te aumenta y temes ver la agonía. Brujas bailando en la noche entre sombras permitidas, nadie lanzaba reproche ni viendo brisas sentidas. Los brujos fueron llegando antes que se fuera el día, eran chivos expectantes que no daban simpatía. La noche se puso negra, reinaba la fantasía, el alcohol era una venda cargada de hipocresía. La noche todo lo tapa, aunque reine mucho orujo, dicen que allí nadie escapa al ver que todo es un lujo. Brujas y meigas hablando de las hierbas de esa tierra, que las vienen cosechando y luego solas se cierran. Que diversiones más fuertes, que sombras que dan ceguera, tienes miedo de las muertes y aun más en la primavera. Caminos que van al bosque, entre frondosa arboleda, nadie quiere hacer retoque ni pensar en cierta seda. Beber orujo en las noches para ser buen centinela, nadie quiere poner broches pasando la noche en vela. Bebidas que van quemando por las gargantas a ciegas, el cuerpo vive aguantando, aunque no lleguen las siegas. Brujas que sueltan sermones cargados de frases negras, nada saben de razones más tienen la voz de fiera. G X Cantalapiedra.
No pares dentro del bosque cuando la niebla persista, ni quieras buscar redoble que a la vista se resista. Hay momentos temerosos que te marcan los caminos, diablos que van prometiendo acabar bien tu destino. Cuando las brujas nos hablan con acento castellano, piensa que existen las trabas que te deja el ser humano. Los caminos del demonio suelen ser siempre preciosos, alguno es el manicomio que tiene sueños morbosos. Por la Galicia Profunda vienen las brujas bailando, en aquel ambiente abunda la pena que va llegando. Brujas que tienen sus manos con unos dedos marchosos, aunque parecen humanos dicen que no son dichosos. Las arboledas del bosque pueden ser raros caminos, se nota sufrir el borde de sufridos peregrinos. Una noche de tormenta que abunda la fantasía, la duda siempre te aumenta y temes ver la agonía. Brujas bailando en la noche entre sombras permitidas, nadie lanzaba reproche ni viendo brisas sentidas. Los brujos fueron llegando antes que se fuera el día, eran chivos expectantes que no daban simpatía. La noche se puso negra, reinaba la fantasía, el alcohol era una venda cargada de hipocresía. La noche todo lo tapa, aunque reine mucho orujo, dicen que allí nadie escapa al ver que todo es un lujo. Brujas y meigas hablando de las hierbas de esa tierra, que las vienen cosechando y luego solas se cierran. Que diversiones más fuertes, que sombras que dan ceguera, tienes miedo de las muertes y aun más en la primavera. Caminos que van al bosque, entre frondosa arboleda, nadie quiere hacer retoque ni pensar en cierta seda. Beber orujo en las noches para ser buen centinela, nadie quiere poner broches pasando la noche en vela. Bebidas que van quemando por las gargantas a ciegas, el cuerpo vive aguantando, aunque no lleguen las siegas. Brujas que sueltan sermones cargados de frases negras, nada saben de razones más tienen la voz de fiera. G X Cantalapiedra.