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MOVERTE POR LAS COSTAS GALLEGAS
Galicia tiene muchos paisajes que te llenan los ojos de verdor y azul del mar. Estoy acostumbrado desde hace muchos años, digamos desde el año 1974, a circular por las carreteras gallegas, con diferentes tipos de vehículos, la mayoría turismos, y he tenido mucha suerte, nunca tuve ni un solo rozón de chapa, siempre sin beber bebidas alcohólicas ni otros estupefacientes, que me hicieran perder el control de ningún vehículo. Hasta el momento actual he tenido suerte, nunca me asustaron las curvas y rasantes, y estuve en Finisterre, y otros lugares claves de la Galicia Profunda, Sin olvidar nunca a San Andrés de Teixeiro, Son lugares que siempre se llevan en la memoria, como un recuerdo inolvidable de tu paso por estas tierras tan admiradas. Puentes largos encima de las rías, con bastante altura sobre sus aguas. Galicia tiene recuerdos que se llevan en el alma, y como me dijo un gallego en Valladolid, esos paisajes te darán calma, cierto es eso, son lugares imposibles de olvidarlos, y cuando estás a muchos kilómetros de Galicia, se presentan en tu memoria sus detalles como si los tuvieras de frente. Son paisajes y paisanajes que caminan contigo para toda la vida, no quieres dejarlos en ningún lugar perdidos, y aunque de vez en cuando los recuerdas, van contigo sin pedirte nada a cambio. No quieres dejarlos fuera de tu alcance. Son como un tesoro que quieres llevarlo encima, y cuando algún amigo te comenta que estuvo por esa tierra, te sientes como relajado, pensando sobre las costas y veredas que fuiste pisando sin prisa, y se te viene a la memoria aquel poema de Los Vientos del Pueblo del poeta Miguel Hernández, que una estrofa decía, extremeños de centeno, gallegos de lluvia y calma. Algunas veces piensas que cambiaron los tiempos, y que Galicia no se duerme en sus trabajos, Los años cambian a los pueblos y sus pobladores también. G X Cantalapiedra.
Galicia tiene muchos paisajes que te llenan los ojos de verdor y azul del mar. Estoy acostumbrado desde hace muchos años, digamos desde el año 1974, a circular por las carreteras gallegas, con diferentes tipos de vehículos, la mayoría turismos, y he tenido mucha suerte, nunca tuve ni un solo rozón de chapa, siempre sin beber bebidas alcohólicas ni otros estupefacientes, que me hicieran perder el control de ningún vehículo. Hasta el momento actual he tenido suerte, nunca me asustaron las curvas y rasantes, y estuve en Finisterre, y otros lugares claves de la Galicia Profunda, Sin olvidar nunca a San Andrés de Teixeiro, Son lugares que siempre se llevan en la memoria, como un recuerdo inolvidable de tu paso por estas tierras tan admiradas. Puentes largos encima de las rías, con bastante altura sobre sus aguas. Galicia tiene recuerdos que se llevan en el alma, y como me dijo un gallego en Valladolid, esos paisajes te darán calma, cierto es eso, son lugares imposibles de olvidarlos, y cuando estás a muchos kilómetros de Galicia, se presentan en tu memoria sus detalles como si los tuvieras de frente. Son paisajes y paisanajes que caminan contigo para toda la vida, no quieres dejarlos en ningún lugar perdidos, y aunque de vez en cuando los recuerdas, van contigo sin pedirte nada a cambio. No quieres dejarlos fuera de tu alcance. Son como un tesoro que quieres llevarlo encima, y cuando algún amigo te comenta que estuvo por esa tierra, te sientes como relajado, pensando sobre las costas y veredas que fuiste pisando sin prisa, y se te viene a la memoria aquel poema de Los Vientos del Pueblo del poeta Miguel Hernández, que una estrofa decía, extremeños de centeno, gallegos de lluvia y calma. Algunas veces piensas que cambiaron los tiempos, y que Galicia no se duerme en sus trabajos, Los años cambian a los pueblos y sus pobladores también. G X Cantalapiedra.