AQUELLOS SUEÑOS NUNCA FUERON VERDAD
Aquel hombre que soñaba a diario con estrellas y fantasmas, un buen día encontró a otra persona lo mismo que él, con sus sueños prodigiosos, no tardaron en hallar un medio para poder conectar con extraterrestres, se juntaron cinco hombres con una edad entre cuarenta y cincuenta años cada uno, y su destino sería el subir a la Peña Trevinca, casi pasando de dos mil metros de altura sobre el nivel del mar. una noche de cielo claro, que según los sueños que vivían en sus noches tormentosas, llegarían extraterrestres para visitarnos. Esta zona de Orense es da las más altas de Galicia, y según sus sueños sería el encuentro, Los cinco hombres quedaron sin comentar nada a nadie, y una noche de cielo claro con dos automóviles se acercaron hasta allí, sus imaginaciones volaban, pensando encontrar en aquel lugar tan precioso de Galicia, su encuentro tan misterioso. Todo parecía un regalo que les hacía La Madre Naturaleza, estaban eufóricos, pero por dentro las dudas flotaban, no tenían nada firme, solo los sueños de los cinco hombres, que parecían ser hermanos. Circularon y dejaron los coches aparcados lo más próximo al lugar que ellos pensaron que sería su cita. La noche era clara, los cinco hombres tenían el pelo de punta, se entendía que estaban nerviosos, y de pronto una estrella fugaz paso sobre sus cabezas, que les hizo pensar en aquel mundo que ellos se habían creado, Pensaron en Jiménez del Oso, en Iker Jiménez, en J, J Benítez, y se sentían como seres humanos privilegiados con sus sueños, sus familiares sabían de sus aficiones, pero no se interponían en sus mentes de soñadores, La vida a cada ser humano nos deja sus sueños y otras veces sus desgracias, vieron pasar a cierto avión bastante cercano, que les infundía esperanza, en aquella noche más bien fría. Y eso que era el mes de mayo a finales, Después de pasar allí toda la noche de aquel sábado, incluso mirando por un pequeño telescopio, decidieron darse la vuelta y cada uno a su casa, sin comentar nada a nadie, estarían pensando que, en cualquier sueño venidero, les indicasen el punto donde se encontrarían con esos seres, que les enseñaran algo de su planeta o estrella, Ya lo dijo Calderón de la Barca, los sueños sueños son. G X Cantalapiedra.
Aquel hombre que soñaba a diario con estrellas y fantasmas, un buen día encontró a otra persona lo mismo que él, con sus sueños prodigiosos, no tardaron en hallar un medio para poder conectar con extraterrestres, se juntaron cinco hombres con una edad entre cuarenta y cincuenta años cada uno, y su destino sería el subir a la Peña Trevinca, casi pasando de dos mil metros de altura sobre el nivel del mar. una noche de cielo claro, que según los sueños que vivían en sus noches tormentosas, llegarían extraterrestres para visitarnos. Esta zona de Orense es da las más altas de Galicia, y según sus sueños sería el encuentro, Los cinco hombres quedaron sin comentar nada a nadie, y una noche de cielo claro con dos automóviles se acercaron hasta allí, sus imaginaciones volaban, pensando encontrar en aquel lugar tan precioso de Galicia, su encuentro tan misterioso. Todo parecía un regalo que les hacía La Madre Naturaleza, estaban eufóricos, pero por dentro las dudas flotaban, no tenían nada firme, solo los sueños de los cinco hombres, que parecían ser hermanos. Circularon y dejaron los coches aparcados lo más próximo al lugar que ellos pensaron que sería su cita. La noche era clara, los cinco hombres tenían el pelo de punta, se entendía que estaban nerviosos, y de pronto una estrella fugaz paso sobre sus cabezas, que les hizo pensar en aquel mundo que ellos se habían creado, Pensaron en Jiménez del Oso, en Iker Jiménez, en J, J Benítez, y se sentían como seres humanos privilegiados con sus sueños, sus familiares sabían de sus aficiones, pero no se interponían en sus mentes de soñadores, La vida a cada ser humano nos deja sus sueños y otras veces sus desgracias, vieron pasar a cierto avión bastante cercano, que les infundía esperanza, en aquella noche más bien fría. Y eso que era el mes de mayo a finales, Después de pasar allí toda la noche de aquel sábado, incluso mirando por un pequeño telescopio, decidieron darse la vuelta y cada uno a su casa, sin comentar nada a nadie, estarían pensando que, en cualquier sueño venidero, les indicasen el punto donde se encontrarían con esos seres, que les enseñaran algo de su planeta o estrella, Ya lo dijo Calderón de la Barca, los sueños sueños son. G X Cantalapiedra.