PONTEDEUME: TARDES DE LLUVIA SON JOYAS...

TARDES DE LLUVIA SON JOYAS
Aquel campesino gallego, que rogaba tener lluvia, en sus tan preciados ruegos su carácter era furia. La lluvia se fue alejando sin dejar huellas profundas, el cielo quedó brillando entre sequías rotundas. Por las tierras de Galicia donde la lluvia era arte, ahora no existe delicia de lluvia en ninguna parte. El campo nota la falta de la humedad tan preciada, sin ver que el calor espanta en la tarde iluminada. Las lluvias pueden ser joyas para las verdes praderas, al mar miramos sus boyas sin ser buenas primaveras. Riachuelos que padecen esas sequías profundas, los calores cuando crecen muchas lecciones abundan. Es triste no ver la lluvia por esos campos gallegos, donde la gente si estudia al ver que les faltan riegos. Las nubes no se presentan ni siquiera por las rías, cuando las dudas aumentan aparecen noches frías. Las noches se van pasando sin esperar nuevas lluvias, el viento viene clamando sin hablar jamás de furias. Se preguntan labradores, cuando llegaran las lluvias, La sequía da dolores que se arrastran muchos días. Hay caminos y pasiones que precisan mucha lluvia, y tiemblan los corazones incluso junto a la ría. Las nubes pasan volando, el cielo no lo impedía, algunas almas rezando le ruegan al nuevo día. Caminar por las veredas en tardes que, si porfían, donde los calores arden envueltos en fantasía. La lluvia se vuelve rara, ya no sirve rogativa, pudieras ver tarde clara en la fecha más festiva. Corazones que pensando derrochan melancolía, en su cielo van notando que sin lluvia hay agonía. G X Cantalapiedra.