IREMOS A GALICIA SIN TEMORES
Miramos el calendario sin miedo a sufrir retoques, de nuestro vivir diario, podremos trazar mil toques. Llamadas a las consultas de revisiones perfectas, cuando las sombras disgustan soñamos las tardes rectas. Andaremos por Galicia, pisaremos sus veredas, notaremos la delicia de caminos que te enredan. Sin miedo a volver deprisa, la muerte siempre te espera, allí veremos la brisa del verano primavera. Sin temor a nubes negras que aparezcan por el cielo, existen promesas fieras que a veces te dan consuelo. Sentir la calma triunfando es gozar sin ver quimeras, el tiempo se ira pasando sin ver apenas barreras. La guadaña no renuncia, la guadaña siempre espera, dicen que casi no anuncia cuando camina a tu vera. Sin renegar de la vida, pisaremos los caminos donde la vida es erguida sin precisar adivinos. No nos asustan las lluvias, ni queremos pasos muertos, existen las tardes finas con chocolates bien puestos. Por Rosalía de Castro las tardes son fabulosas, el viento deja su rastro en sus horas más dichosas. Es la Galicia marchosa llena de vientos airosos, donde la mente armoniosa busca sueños tenebrosos. Sin mirar al calendario ni sus fechas de aguafiestas, no queremos ver calvario ni suplicar en las cuestas. Viviremos sin temores, gozaremos de sus rías, buscaremos los calores en horas de medio día. Como humildes peregrinos que caminan por Galicia, beberemos de sus vinos buscando siempre delicia. Galicia vive esperando sin lamentos ni agonía, por detrás se ira quedando un gesto de simpatía. Entre nubes placenteras y sus lluvias siempre finas, serán alegres esperas sin hablar con adivinas. Olvidando las consultas que nos dejan tiritando, muchas preguntas te asustan del virus que va dañando. Caminando sin temores, con el calvario de lejos, existen ciertos colores que nos quitan los complejos. Con la mirada en el cielo para mirar nubes bellas, es el precioso consuelo de aquellas horas tan bellas. G X Cantalapiedra.
Miramos el calendario sin miedo a sufrir retoques, de nuestro vivir diario, podremos trazar mil toques. Llamadas a las consultas de revisiones perfectas, cuando las sombras disgustan soñamos las tardes rectas. Andaremos por Galicia, pisaremos sus veredas, notaremos la delicia de caminos que te enredan. Sin miedo a volver deprisa, la muerte siempre te espera, allí veremos la brisa del verano primavera. Sin temor a nubes negras que aparezcan por el cielo, existen promesas fieras que a veces te dan consuelo. Sentir la calma triunfando es gozar sin ver quimeras, el tiempo se ira pasando sin ver apenas barreras. La guadaña no renuncia, la guadaña siempre espera, dicen que casi no anuncia cuando camina a tu vera. Sin renegar de la vida, pisaremos los caminos donde la vida es erguida sin precisar adivinos. No nos asustan las lluvias, ni queremos pasos muertos, existen las tardes finas con chocolates bien puestos. Por Rosalía de Castro las tardes son fabulosas, el viento deja su rastro en sus horas más dichosas. Es la Galicia marchosa llena de vientos airosos, donde la mente armoniosa busca sueños tenebrosos. Sin mirar al calendario ni sus fechas de aguafiestas, no queremos ver calvario ni suplicar en las cuestas. Viviremos sin temores, gozaremos de sus rías, buscaremos los calores en horas de medio día. Como humildes peregrinos que caminan por Galicia, beberemos de sus vinos buscando siempre delicia. Galicia vive esperando sin lamentos ni agonía, por detrás se ira quedando un gesto de simpatía. Entre nubes placenteras y sus lluvias siempre finas, serán alegres esperas sin hablar con adivinas. Olvidando las consultas que nos dejan tiritando, muchas preguntas te asustan del virus que va dañando. Caminando sin temores, con el calvario de lejos, existen ciertos colores que nos quitan los complejos. Con la mirada en el cielo para mirar nubes bellas, es el precioso consuelo de aquellas horas tan bellas. G X Cantalapiedra.