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QUERIA VOLVER A SU GALICIA
Aquella mañana del mes de mayo, aquel hombre nacido en Galicia pensaba volver a su tierra, llevaba parte de su vida viviendo en León ciudad, pero una maldita enfermedad le hacía sentirse cada día más flojo, las fuerzas le iban mermando, y los médicos le aconsejaron tranquilidad para poder vivir algún tiempo más. Más diciendo a su hijo que quería volver a su tierra gallega, el hijo enseguida quedó con su padre para concretar el viaje. En aquel mes de mayo una mañana temprano, antes de salir el sol, se encontraba a bordo del vehículo marca Octavia SKODA, y salieron para despedirse de su Galicia natal. Era como un a dios o un hasta luego, cruzaron Betanzos, Miño y Puentedeume, y anduvieron por la costa de la Muerte, para poder ver Finisterre, y sentir la impresión de ver el Océano Atlántico, como si quisiera ser un lugar donde dicho cabo Finisterre, parece ser ese trasatlántico que se introduce navegando hacia América, Cruzaron Corcubión, Noia y otros lugares de la Galicia de siempre, donde los gallegos se identifican con su costa y su paisaje. pudiendo probar el pulpo gallego y alguna cosa más de esa tierra con muy buena cocina, y al final de la tarde le dijo a su hijo. “Ya me puedes llevar a casa, ya tengo cumplido mi objetivo, y si muero ahora mismo misión cumplida”. No se marchó de Galicia sin dejar sus lágrimas correr por sus mejillas, había sido un inmigrante con amor a la tierra que le vio nacer, y se despidió sabiendo que su final de la vida estaba muy cerca, como así fue. En León sus amigos y familiares entendieron su esfuerzo para realizar tan preciosa despedida. Y sacar fuerza muy de dentro para realizar esa proeza en tus últimos días. G X Cantalapiedra.
Aquella mañana del mes de mayo, aquel hombre nacido en Galicia pensaba volver a su tierra, llevaba parte de su vida viviendo en León ciudad, pero una maldita enfermedad le hacía sentirse cada día más flojo, las fuerzas le iban mermando, y los médicos le aconsejaron tranquilidad para poder vivir algún tiempo más. Más diciendo a su hijo que quería volver a su tierra gallega, el hijo enseguida quedó con su padre para concretar el viaje. En aquel mes de mayo una mañana temprano, antes de salir el sol, se encontraba a bordo del vehículo marca Octavia SKODA, y salieron para despedirse de su Galicia natal. Era como un a dios o un hasta luego, cruzaron Betanzos, Miño y Puentedeume, y anduvieron por la costa de la Muerte, para poder ver Finisterre, y sentir la impresión de ver el Océano Atlántico, como si quisiera ser un lugar donde dicho cabo Finisterre, parece ser ese trasatlántico que se introduce navegando hacia América, Cruzaron Corcubión, Noia y otros lugares de la Galicia de siempre, donde los gallegos se identifican con su costa y su paisaje. pudiendo probar el pulpo gallego y alguna cosa más de esa tierra con muy buena cocina, y al final de la tarde le dijo a su hijo. “Ya me puedes llevar a casa, ya tengo cumplido mi objetivo, y si muero ahora mismo misión cumplida”. No se marchó de Galicia sin dejar sus lágrimas correr por sus mejillas, había sido un inmigrante con amor a la tierra que le vio nacer, y se despidió sabiendo que su final de la vida estaba muy cerca, como así fue. En León sus amigos y familiares entendieron su esfuerzo para realizar tan preciosa despedida. Y sacar fuerza muy de dentro para realizar esa proeza en tus últimos días. G X Cantalapiedra.