LLEGAR A LAS FRAGAS DE UME
Hay caminos sorprendentes por las tierras de Galicia,
con vistas tan influyentes que te parecen delicia.
Sentir Galicia en el alma es conocer sus historias,
y no precisar de calma ni soñar con viejas glorias.
Buscando LAS FRAGAS DE UME, por caminos escondidos,
eso nunca se resume si tienes sueños prendidos.
La Madre Naturaleza te llena de fantasía,
y notas su fortaleza en el andar cada día.
Vegetación a montones mientras El Ume se crece,
y comprendes sus razones al ver como prevalece.
Una ermita protegida por sus árboles preciosos,
un café con marcha erguida te da momentos dichosos.
La vida se vuelve calma sobre laderas verdosas,
hay ecos que si reclaman ver esas tierras hermosas.
Carretera peligrosa con sus curvas horrorosas,
es ver la vida otra cosa sin buscar flores dichosas.
La lluvia de referente por esas tierras de dioses,
donde transita la gente sin eco ni grandes voces.
Llegar andando apasiona con su subida constante,
el corazón se emociona y sufre cualquier instante.
Galicia tiene sus mares con rías que son leyendas,
y conoce soledades que circulan por sus sendas.
No vale gritar al viento, ni decir que somos grandes,
a veces el sufrimiento va visitando lugares.
Quien pudiera como el viento recorrer distintos mares,
y que te sobren alientos sin conocer falsedades.
Galicia tiene sus rutas que no puedes olvidarlas,
ellas son siempre absolutas y debieran de cuidarlas.
La Madre Naturaleza sabe bien de esos lugares,
donde existe la nobleza en sus queridos hogares.
G X Cantalapiedra.
Hay caminos sorprendentes por las tierras de Galicia,
con vistas tan influyentes que te parecen delicia.
Sentir Galicia en el alma es conocer sus historias,
y no precisar de calma ni soñar con viejas glorias.
Buscando LAS FRAGAS DE UME, por caminos escondidos,
eso nunca se resume si tienes sueños prendidos.
La Madre Naturaleza te llena de fantasía,
y notas su fortaleza en el andar cada día.
Vegetación a montones mientras El Ume se crece,
y comprendes sus razones al ver como prevalece.
Una ermita protegida por sus árboles preciosos,
un café con marcha erguida te da momentos dichosos.
La vida se vuelve calma sobre laderas verdosas,
hay ecos que si reclaman ver esas tierras hermosas.
Carretera peligrosa con sus curvas horrorosas,
es ver la vida otra cosa sin buscar flores dichosas.
La lluvia de referente por esas tierras de dioses,
donde transita la gente sin eco ni grandes voces.
Llegar andando apasiona con su subida constante,
el corazón se emociona y sufre cualquier instante.
Galicia tiene sus mares con rías que son leyendas,
y conoce soledades que circulan por sus sendas.
No vale gritar al viento, ni decir que somos grandes,
a veces el sufrimiento va visitando lugares.
Quien pudiera como el viento recorrer distintos mares,
y que te sobren alientos sin conocer falsedades.
Galicia tiene sus rutas que no puedes olvidarlas,
ellas son siempre absolutas y debieran de cuidarlas.
La Madre Naturaleza sabe bien de esos lugares,
donde existe la nobleza en sus queridos hogares.
G X Cantalapiedra.