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PONTEDEUME: LA TIERRA DE ROSALÍA DE CASTRO...

LA TIERRA DE ROSALÍA DE CASTRO
Sentir la tierra gallega con el corazón temblando, y ver que el cielo despliega un calor que va quemando. Estas fechas de Galicia cuando el sol viene abrasando, no debieran ser delicia si nada nos va alegrando. Calores que desesperan, con escarchas por las noches, nadie sabe lo que esperan estos campos con reproches. Sin lluvia ni niebla rara, solo un sol precipitado, nadie ve la cosa clara si el campo vive agostado. Rosalía fue testigo de sus hombres tan quemados, aquellos que por castigo fueron hombres marginados. Segadores de cereales sobre campos castellanos, que fueron con sus sudores segando los campos llanos. Hablaba bien Rosalía de ver colores cambiados, aquel sol de medio día dejó cuerpos destrozados. Aquel sol está presente por las rías y regatos, que anularan alegría con calores ciertos ratos. No podemos ver historias, no debemos ser ingratos, solo quedan las memorias de cómo fueron los tratos. Rosalía lanza frases que corren buscando amparo, son muchas horas con bases de aquel tiempo nada claro. Esta Galicia dejando calores tan sofocantes, que pudieran ir marcando otros penosos instantes. El verano sigue activo, el otoño se ha cambiado, todo tiene su motivo con un clima despiadado. Gallegos de Rosalía, hombres que fueron marcados, en alguna noche fría sufrieron sus constipados. Estos calores sangrantes que dejan huellas profundas nos llegan siendo arrogantes al ver las fechas que abundan. El otoño se despliega con calores de verano, ahora que no queda siega el sol se vuelve inhumano. G X Cantalapiedra.