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AQUELLA MUJER CURABA
Cuentas las viejas leyendas de algunas zonas marcadas, que una mujer que es soltera a los niños les curaba. Hablan los viejos de brujas o de meigas informadas, nadie supo su pasado ni su historia fue inspirada. Desde Ferrol a Coruña una razón se notaba, que faltaba medicina mientras las meigas curaban, Las hierbas muy bien cocidas, con licores se abrazaban, eran luces encendidas que a la muerte la apartaban. Cuantos niños se salvaron, cuantas lagrimas forzadas, las meigas fueron curando sin hacer las noches claras. Aquella mujer marcando las miserias tan probadas, su fama fueron volando en aldeas separadas. Hierbas cocidas con leche, manzanilla bien secada, Lauren que sigue curando las angustias respiradas. Una mujer muy sencilla sin respetar madrugadas, recorriendo ciertas villas sus razones se ampliaban. Cuantos corazones rotos, que misterios encerraban, En Galicia se aprendieron costumbres muy bien llevadas. Hablan los viejos fantasmas de estas tierras bien cuidadas, que la sendas tienen almas con muchas vidas salvadas. Mujeres llenas de vida, mujeres con esperanza, no estuvo su fe perdida ni buscaron alabanza. Podrán pasar muchos siglos, con sus curvas empinadas, y conocer los sigilos de mujeres respetadas. Hay historias escondidas, algunas bajo murallas, no son leyendas perdidas ni lecturas de batallas. Mujeres marcando días, enfermedades curadas, que dejaron alegrías en las noches marginadas. G X Cantalapiedra. 28 – 12 – 2023.
Cuentas las viejas leyendas de algunas zonas marcadas, que una mujer que es soltera a los niños les curaba. Hablan los viejos de brujas o de meigas informadas, nadie supo su pasado ni su historia fue inspirada. Desde Ferrol a Coruña una razón se notaba, que faltaba medicina mientras las meigas curaban, Las hierbas muy bien cocidas, con licores se abrazaban, eran luces encendidas que a la muerte la apartaban. Cuantos niños se salvaron, cuantas lagrimas forzadas, las meigas fueron curando sin hacer las noches claras. Aquella mujer marcando las miserias tan probadas, su fama fueron volando en aldeas separadas. Hierbas cocidas con leche, manzanilla bien secada, Lauren que sigue curando las angustias respiradas. Una mujer muy sencilla sin respetar madrugadas, recorriendo ciertas villas sus razones se ampliaban. Cuantos corazones rotos, que misterios encerraban, En Galicia se aprendieron costumbres muy bien llevadas. Hablan los viejos fantasmas de estas tierras bien cuidadas, que la sendas tienen almas con muchas vidas salvadas. Mujeres llenas de vida, mujeres con esperanza, no estuvo su fe perdida ni buscaron alabanza. Podrán pasar muchos siglos, con sus curvas empinadas, y conocer los sigilos de mujeres respetadas. Hay historias escondidas, algunas bajo murallas, no son leyendas perdidas ni lecturas de batallas. Mujeres marcando días, enfermedades curadas, que dejaron alegrías en las noches marginadas. G X Cantalapiedra. 28 – 12 – 2023.