EL DIA QUE EMPEZO LA GUERRA DE UCRANIA
Hoy se me vino a la memoria aquella fecha tan triste, eran las cinco de la madrugada, bajaba por la Calle de Arturo Soria, con mi coche, para dirigirme hasta La, M. 40, y salir camino de la carretera de La Coruña. Para llegar a Galicia. Cuando pusimos la radio del coche, y empezaron a comentar la invasión rusa sobre Ucrania, Sentí como un latigazo dentro del pecho, Ya tenía idea que el dictador Putin, quería hacer más grande su imperio, pero así y todo pensaba que solo sería una manera de amenazar a sus vecinos europeos, En ese momento pensé, este hombre es un Hitler, quiere dominar el mundo poco a poco, y engañando a sus vecinos dominar toda Europa, Durante los 600, kilómetros que recorrí, Para llegar a Puentedeume, todo eran noticias de primera mano, pensamientos de diferentes ideologías, pero coincidían en el mismo propósito del dictador. La radio todo el camino funcionando no dejaba de soltar opiniones, Pensé en que un dictador como es Putin sería capaz de volar este planeta por el aire, aunque el mismo fuera una de sus propias víctimas, y aquí no quedaría nadie para contarlo, Fue un viaje siniestro, en los dos lugares que pare a tomar café, el tema era el mismo, un camarero me soltó esta parrafada. Pagaremos todos los europeos esta aventura del dictador actual en Europa, Putin, no me sorprendió nada, ya que es lo normal que piense un ciudadano de a pie, Por la tarde ese día, salimos a dar un paseo por Rosalía de Castro, todo normal, más cuando fuimos a la Chocolatería El Puente, si nos dimos cuenta que las personas les daba miedo aquel comienzo de la guerra, que hoy dos años después, sigue matando a personas inocentes, cuantas madres Rusas y Ucranianas, están llorando a sus hijos, esposos y familiares, Y este dictador sigue en sus cuarenta sin importarle los muertos, El pueblo ruso no quiere enterarse de sus bajas, o prefiere mirar hacia otro lado, o el miedo al sistema férreo les tiene atados, Es triste tener que morir por una idea de un iluminado, sin que se pueda levantar la voz. Y tener un castigo desfasado. G X Cantalapiedra. 23 – 2 – 2024.
Hoy se me vino a la memoria aquella fecha tan triste, eran las cinco de la madrugada, bajaba por la Calle de Arturo Soria, con mi coche, para dirigirme hasta La, M. 40, y salir camino de la carretera de La Coruña. Para llegar a Galicia. Cuando pusimos la radio del coche, y empezaron a comentar la invasión rusa sobre Ucrania, Sentí como un latigazo dentro del pecho, Ya tenía idea que el dictador Putin, quería hacer más grande su imperio, pero así y todo pensaba que solo sería una manera de amenazar a sus vecinos europeos, En ese momento pensé, este hombre es un Hitler, quiere dominar el mundo poco a poco, y engañando a sus vecinos dominar toda Europa, Durante los 600, kilómetros que recorrí, Para llegar a Puentedeume, todo eran noticias de primera mano, pensamientos de diferentes ideologías, pero coincidían en el mismo propósito del dictador. La radio todo el camino funcionando no dejaba de soltar opiniones, Pensé en que un dictador como es Putin sería capaz de volar este planeta por el aire, aunque el mismo fuera una de sus propias víctimas, y aquí no quedaría nadie para contarlo, Fue un viaje siniestro, en los dos lugares que pare a tomar café, el tema era el mismo, un camarero me soltó esta parrafada. Pagaremos todos los europeos esta aventura del dictador actual en Europa, Putin, no me sorprendió nada, ya que es lo normal que piense un ciudadano de a pie, Por la tarde ese día, salimos a dar un paseo por Rosalía de Castro, todo normal, más cuando fuimos a la Chocolatería El Puente, si nos dimos cuenta que las personas les daba miedo aquel comienzo de la guerra, que hoy dos años después, sigue matando a personas inocentes, cuantas madres Rusas y Ucranianas, están llorando a sus hijos, esposos y familiares, Y este dictador sigue en sus cuarenta sin importarle los muertos, El pueblo ruso no quiere enterarse de sus bajas, o prefiere mirar hacia otro lado, o el miedo al sistema férreo les tiene atados, Es triste tener que morir por una idea de un iluminado, sin que se pueda levantar la voz. Y tener un castigo desfasado. G X Cantalapiedra. 23 – 2 – 2024.